¿Querés saber qué tenés que tener en cuenta a la hora de elegir un terreno en un barrio privado? En esta nota te compartimos los consejos clave.

Si estás pensando en comprar un terreno (o lote) en un barrio, esta nota es para vos. Juan Cabrini, gerente de Proyectos de Eidico, comparte los consejos clave para tener en cuenta a la hora de elegir nuestro lote.

Es importante la elección del mismo, ya que, si bien el costo de construcción es prácticamente el mismo para la mayoría de los lotes, cada metro cuadrado que se vaya a construir generará más revalorización (o satisfacciones) si se realiza en un terreno bien seleccionado. 

 

El desarrollador

El desarrollador del barrio es un factor importante a tener en cuenta al elegir nuestro terreno. Se sugiere averiguar quién es la empresa que tiene a su cargo el desarrollo del emprendimiento. ¿Tiene experiencia en el mercado? ¿Ha desarrollado proyectos similares? ¿Sabemos cómo se comportarán las obras de infraestructura con el pasar de los años? 

 

La ubicación del barrio

Uno de los principales atributos de una propiedad es la ubicación del barrio donde se encuentra. Es importante tener en cuenta el municipio y la localidad a los que pertenece el barrio. Así como quiénes son los vecinos del barrio, saber si está en un entorno seguro y si se encuentra cerca de otros emprendimientos.

Además, otro ítem de valor es saber cuáles serán los accesos: ¿tiene acceso directo desde la autopista, avenida o calle principal? ¿O para llegar al barrio es necesario recorrer varios kilómetros por calles internas? Y si es así, ¿es seguro ese recorrido? ¿Está asfaltado? 

La ubicación también permitirá conocer la cercanía a los servicios, como ser, centros comerciales, colegios, iglesias, centros de salud, entre otros.

 

La ubicación del lote

Los barrios suelen tener una primera segmentación según la tipología de lotes y dependiendo del barrio.

 

  • Perimetral 
  • Interno
  • A la laguna/al golf
  • Al espacio verde

 

Asimismo, existen ciertos proyectos en donde la geografía también entra en juego y eso suma atributos adicionales. Por ejemplo, en el caso de Costa Esmeralda, en el Partido de la Costa, también entran en juego la cercanía al mar, los médanos o los árboles. Y en el Sur del país, por ejemplo, importa mucho si el terreno cuenta con vista al lago o a la montaña, o cómo será su topografía.

La orientación del lote

Lo más importante en este punto es tener en cuenta los gustos de cada uno, que ponen en juego ciertos matices, y que son 100% válidos.

Si nos paramos en la calle de acceso al lote y miramos hacia el fondo del mismo, vamos a estar de cara al punto cardinal, que indicará la orientación de nuestro lote. Esto es así porque habitualmente las casas suelen tener la parte social (living, comedor, galería) mirando al jardín. Entonces se buscará que en ese sector existan las mejores condiciones en cuanto a la luz y el clima.

Siguiendo está lógica, habitualmente los terrenos con orientación Norte suelen ser los más deseados, porque el sol sale por el Este (sol de mañana) y se pone por el Oeste (sol de la tarde), entonces con un lote que da al Norte uno se asegura tener luz a lo largo de todo el día.

 

Orientación Sur

En el verano, prácticamente no habría grandes diferencias entre un lote con orientación Norte y uno con orientación Sur. Pero durante el resto de los meses sí se van a percibir algunos cambios, sobre todo en invierno.

En primer lugar, por los vientos, que desde el Sur suelen ser más húmedos y fríos. 

Y en segundo lugar, ¡por la luz! El recorrido del sol en verano es prácticamente perpendicular a la tierra. Pero durante el resto de las estaciones, es menos perpendicular, y está un poco “caído” hacia el Norte. Es decir, en invierno, en los terrenos que dan al Sur, la casa construida proyectará sombra sobre el jardín, y esto hará que la galería, living y demás habitaciones que den sobre el jardín sean más frías y tengan menos luz durante el día. 

La subjetividad en las orientaciones de los lotes

La orientación de un lote tiene ciertos atributos que entran dentro de la subjetividad: hay quienes disfrutan mucho mirar los atardeceres en el fondo de su terreno, y para esas personas no habrá reemplazo de la orientación Oeste, por ejemplo.

Por otro lado, hoy en día, la tecnología avanzó muchísimo y eso permite atenuar los efectos del clima: la calefacción, los aires acondicionados, las ventanas de doble vidrio, entre otros factores, hacen que se puedan mejorar muchísimo los efectos de una orientación determinada.

Asimismo, en los barrios cerrados, los terrenos suelen tener superficies amplias, en donde los arquitectos podrán jugar con el diseño, permitiendo generar espacios y vistas que puedan suplir o potenciar la orientación de la casa dentro del terreno. 

 

La geometría de los lotes

Sumado a los puntos anteriores, es bueno evaluar la geometría de los lotes. En zonas urbanas, los terrenos normalmente suelen ser rectangulares. Pero dentro de los barrios privados, en los que hay calles curvas, la forma de los terrenos puede ir mutando. Por ello es importante detenerse en la forma del terreno, el ancho del frente, el largo y el acho de fondo.

Un lote con frente ancho permitirá desarrollar mas cómodamente el diseño de la casa. Asimismo, un lote que se abra en forma de V hacia el fondo, permitirá tener una vista más ancha y espaciosa hacia el fondo, que se potencia cuando el terreno no tiene vecinos allí o da, por ejemplo, a la laguna o a un espacio verde.

Amenities y expensas

Otro aspecto muy importante que forma parte de la ponderación de un barrio tiene que ver con los amenities que ofrece: sector deportivo, Club House, SUM, etc. 

Y en relación a este punto, también entra en juego el valor de las expensas.

 

La privacidad

Por último, un factor que suele ser muy demandado es la privacidad que está dada por la cercanía a los cul de sac. El hecho de que el terreno esté sobre una calle sin salida, en lugar de otro que esté ubicado sobre una calle principal, lo hace un poco más “exclusivo”, ya que disminuye el tráfico que circula por el frente del mismo.

También suele importar la cantidad de vecinos que tendrá el lote. Habitualmente se tiene 3 vecinos (dos en los laterales, y uno en el fondo). Pero existen barrios que, por su diseño, hacen que algunos lotes linden con más de 3 familias, ya que el fondo abarca varios lotes. O bien, al revés: terrenos que, al ser una esquina, sólo tengan un vecino lateral. O aquellos que no tienen vecinos de fondo y que, por lo tanto, suelen ser mejor ponderados.

 

Para ir cerrando…

Ante todo, la recomendación más importante de Juan Cabrini es preguntarse a uno mismo, “a mí, ¿qué me parece bueno?”. Y tratar de definir una ponderación de los atributos para poder elegir lo mejor que se encuentre a mi alcance o disponibilidad.

Esto ayudará a entender cuál es el mejor lote para uno, y a despegarse del concepto “común” de mejor lote. 

 

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