En abril se celebra el Día Internacional del Libro -el 23 concretamente-. Y Eidico Blog queremos compartirles algunos consejos de Hábitos Atómicos, de James Clear, un libro que es capaz de ayudarnos a lograr grandes cosas haciendo un poco cada día. Y que puede aplicar a los ahorros y las finanzas personales. 

Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl

Solemos subestimar el poder de las pequeñas cosas. Lo mismo da si estamos pensando en cambiar la forma de alimentarnos, lograr ahorrar para tener un fondo que nos de respaldo, hacer alguna refacción en la casa para que ésta resulte más confortable o funcional. Si es algo chico, tendemos a restarle todo el mérito. Como si su tamaño le impidiera ser capaz de producir efecto positivo alguno en nosotros y nuestra vida.

“Con frecuencia nos convencemos a nosotros mismos de que un enorme éxito requiere una acción igual de relevante”, postula James Clear en su libro Hábitos Atómicos*. Sin embargo, los cambios o mejoras apenas perceptibles pueden ser -si se sostienen en el tiempo- impulsores de grandes resultados

 

Un título imperdible

Hábitos Atómicos es un libro de esos que no deberíamos dejar de leer, de compartir en familia y con amigos. Habla del poder de la constancia; de los pequeños logros sumados y multiplicados, en cualquier contexto o entorno al que se lo quiera aplicar. Sirve en el deporte, en la alimentación, en la educación de nuestros hijos, en el estudio, en el trabajo y en el manejo de las finanzas personales.

 

La gran diferencia

El libro narra, para entrar en tema, el caso de un equipo de ciclistas británicos cuyos resultados eran tan pobres y poco prometedores, que hasta los fabricantes de bicicletas se negaban a que usaran su marca en las competiciones. Temían que la mala performance terminara afectando negativamente a las ventas. 

El equipo cambió por completo con la llegada de un nuevo entrenador que aplicó pequeños cambios y ajustes en diversos aspectos que hacían a la preparación. Estos iban desde los asientos de las bicicletas, hasta la forma de entrenar y alimentarse de los atletas.

Lo llamativo: todo era aplicado en dosis que no parecían suficientes para generar ningún resultado categórico. Sin embargo, cinco años después de la llegada de este entrenador, ese grupo de ciclistas “sin posibilidades” se convirtió en la gran revelación en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. De ahí en mas, las hazañas, las medallas y los reconocimientos se sucedieron uno tras otro. 

 

La regla del 1%

¿Cuál fue la clave del cambio? La regla del 1%. Una regla que, dice el autor de Hábitos Atómicos, puede ser replicada por cualquier persona que se lo proponga para lograr grandes cosas en su propia vida. 

“La matemática de las pequeñas mejoras funciona de la siguiente manera. Si logras ser 1% mejor cada día durante un año, terminarás siendo 37 veces mejor al final del periodo. Por el contrario, si deterioras tu conducta 1% cada día, al final del año habrás llegado a casi cero”, explica Clear. 

Pensemos en llevarlo a algo práctico: si el objetivo es generar ahorros para invertirlos, por ejemplo, en nuestro hogar, y todos los días nos proponemos ahorrar 1% más o generar un 1% de ingreso extra, el resultado acumulado será más que tangible al cabo de uno, dos o tres años. 

Asimismo, si la meta es mejorar nuestro estado físico, todos los días podemos caminar 1% más que el día anterior. Parece poco, pero hará una gran diferencia a largo plazo.

 

Un efecto multiplicador

El autor resume con una frase excepcional su teoría: “Los hábitos son el interés compuesto de la superación personal”. De la misma manera en la que el dinero se multiplica mediante el interés compuesto -es decir, reinvirtiendo el capital más los intereses conseguidos al final de cada periodo, generando un volumen de capital mucho mayor-, “los efectos de los hábitos se multiplican en la medida en que los repites cada día”. 

Para hacer más gráfico al lector el efecto de los pequeños cambios, el ejemplo que pone Clear es el de un cubo de hielo sobre una mesa. “La habitación está fría y puedes ver tu propio aliento. La temperatura es de 4 grados bajo cero. Aunque sea lentamente, la habitación empieza a calentarse. 3 grados, 2 grados, 1 grado bajo cero… El hielo sigue igual. De repente, la temperatura que fue subiendo muy de a poco alcanza los cero grados y el hielo comienza a derretirse. Un solo grado hace la diferencia”. Un 1% hace la diferencia. 

 

Lograr un hábito atómico

La clave para obtener resultados es ser perseverante. ¿Si es fácil? No, no lo es. Desarrollar hábitos que perduren en el tiempo no es nada sencillo, justamente porque los resultados no se ven de un día para el otro. No son inmediatos, no son grandilocuentes. Y eso hace que retroceder o abandonar el “hábito bueno” sea frecuente. 

“A pesar de nuestras buenas intenciones, los hábitos poco saludables como comer comida chatarra, ver demasiada televisión, aplazar las obligaciones o fumar, dan la impresión de ser imposibles de romper (…). Los buenos hábitos como hacer ejercicio, meditar, diseñar un diario y cocinar parecen funcionar un día o dos, pero después se vuelven una molestia”, dice el autor en un párrafo con el que la mayoría seguramente nos sentimos identificados. 

¿Qué aconseja Clear para avanzar con éxito? Uno de sus primeros tips es no empezar el proceso de cambio de hábito enfocados solo en aquello que queremos alcanzar, en la meta o resultado, sino en verdaderos cambios de identidad, cambios mas internos. 

  • La meta no es leer un libro, la meta es convertirse en lector
  • La meta no es correr una maratón, es convertirse en corredor. 

 

Estrategia de acumulación

Otro truco que deja, entre muchos otros que vale la pena leer y releer, es sumar un nuevo hábito (bueno) a un hábito o rutina que ya tenemos arraigada. Lo denomina “estrategia de acumulación”. “La mejor manera de desarrollar un nuevo hábito consiste en identificar algo que ya se hace a diario y colocar el nuevo a continuación”, detalla.  

  • Después de servirme café a la mañana (habito actual), voy a meditar durante un minuto (habito nuevo).
  • Después de almorzar, pondré mi plato directamente en el lavavajillas.
  • Cuando compre un articulo nuevo, me desharé de algo viejo.
  • Cuando vaya a comprar algo que valga más de “X” cantidad de pesos, esperaré 24 hs antes de hacer la compra.

De a 1% se puede llegar a un 100%. Cambiar la perspectiva sobre el valor de los pequeños pasos que podemos dar día a día será clave para conseguir grandes mejoras en nuestra vida.


*Titulo original: Atomic Habits, James Clear (2018).  Publicado por Ediciones Culturales Paidós

 

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