Se observa un cambio en el consumo de los argentinos. Se destinan más recursos a equipar y decorar el hogar. El uso de cuotas con tarjeta de crédito, clave en el proceso.
Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl
La pandemia y el aislamiento dejaron su huella para siempre en varios aspectos de nuestra vida. Aunque ya con muchas menos restricciones en cuanto a movilidad, ciertos hábitos que habíamos adoptado durante la fase más estricta siguen vigentes y arraigados.
Algunas de esas cosas que nos trajo la nueva normalidad y que ya no volverán atrás tienen que ver con una mayor preocupación por la salud, mayor atención al hogar y sus distintos espacios y posibilidades de uso, más demanda de conectividad y preferencia por la agilidad y la simplicidad a la hora de hacer compras. Así lo detalla un trabajo de investigación de Youniversal, consultora especializada en investigación de mercado y tendencias de consumo.
“Son nuevas circunstancias que obligaron a aprendizajes rápidos y desafiantes”, dice Ximena Diaz Alarcon, co-fundadora y directora de Contenidos de Youniversal. Y subraya: “El consumidor está mucho más atento a cada gasto y revalúa sus posibilidades de consumo y sus elecciones”.
Reorientación hacia el hogar
“En líneas generales, se acotaron mucho los gastos que tenían que ver con transporte y movilidad. Aun hoy, con más actividades abiertas, se mantiene para muchas personas. Eso sirvió como una especie de ahorro para muchas familias, que reacomodaron y reorientaron gastos”, dice la directora de Youniversal.
En ese nuevo orden de prioridades, la inversión en el hogar tomó un rol protagónico: “Poder disfrutar más la casa y estar en mejores condiciones se convirtió en prioridad”, dice Diaz Alarcón. “Al estar más tiempo en sus casas, las personas se empezaron a dar cuenta de las cosas que no les gustaban o que había que arreglar. El hogar se transformó más que nunca en el ‘centro de operaciones’ de la vida”.
Nuevos básicos
En ese contexto, el dinero destinado a mejoras y remodelaciones en la casa se convirtió en un nuevo básico de las finanzas personales. El gran objetivo es crear un hogar “disfrutable”. Y para eso las familias invierten más en tecnología, equipamiento y confort.
“En 2020 y 2021, los electrodomésticos nos ayudaron a convertir nuestros hogares en lugares de trabajo, educación y ocio. Observar los patrones de popularidad de este tipo de equipamiento puede ser una forma poderosa de comprender los cambios de comportamiento de los individuos y las familias”, indica un informe de la consultora GFK.
“En un principio creció la demanda de computadoras, tablets y monitores. Pero les siguieron los electrodomésticos inteligentes de cocina, los robots de limpieza del hogar y las consolas de entretenimiento”, agregan.
La inversión en la casa
Decoración, pequeñas reformas y restyling también forman parte de la nueva asignación de recursos de las familias. Cocinas, salas de estar y espacios exteriores se cuentan entre los más “intervenidos”.
Según una investigación que realizó el Instituto de Diseño, Equipamiento y Arquitectura (Idea) del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba (CAPC), cocina y comedor son los dos espacios que más falencias presentaban según los encuestados.
“La cocina se identificó como uno de los ambientes más utilizados, pero también el que más carencias tenía por superposición de actividades, tamaño pequeño y poco funcional, entre otros motivos”, dicen las arquitectas Carolina Alcantaro y Florencia Tascón, quienes estuvieron a cargo del informe.
Luz natural y el verde
“La necesidad de luz natural y una correcta ventilación fueron también dos ítems destacados en la encuesta. Así se comenzaron a identificar no sólo falencias que tienen que ver con la funcionalidad de la vivienda y su hábitat, sino también en cuestiones de habitabilidad”, destacan las profesionales.
El exterior, la posibilidad de ganar verde y aire libre, resulta clave también. De acuerdo a la misma investigación del Colegio de Arquitectos de Córdoba, entre quienes participaron de la encuesta con la consigna “En caso de tener la posibilidad de generar un nuevo espacio, cuál priorizaría”, casi el 30% dijo el exterior y el 31% respondió un área de trabajo/estudio.
Cuotas, la clave
En cuanto a cómo solventar estos cambios, reformas y reequipamiento del hogar, los pagos con tarjeta de crédito en cuotas son protagonistas. “A la hora de financiarse, el pago en cuotas se transformó en la elección de cabecera especialmente a la hora de cambiar equipamiento del hogar o renovar electrodomésticos”, dice Díaz Alarcon.
“El pago en cuotas es ya un clásico del consumidor argentino. Un ‘saber’ que se revive y renueva en cada recesión y que forma parte de la estrategia de compra inteligente, que permite el acceso al consumo en tiempos de inflación e inestabilidad de los precios”, concluye la especialista
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