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Por Mónica Fernández
Con aportes mensuales en pesos, se lograría una ganancia de entre 20% y 30% en dólares sobre el capital invertido, en un plazo promedio de cinco años. La inversión inmobiliaria es de bajo riesgo comparada con cualquier otra alternativa como bonos o acciones.
Mientras los argentinos nos preparamos para acomodarnos al nuevo gobierno y por ende a un nuevo ciclo político y económico, los ahorros dormidos pierden su valor. Por eso las inversiones no pueden quedar descuidadas.
La opción más clásica para inversores no profesionales y poco amantes del riesgo es el Plazo Fijo. La mala noticia es que con las tasas de interés actuales, del orden del 23% anual, el ahorro perderá valor frente a la inflación proyectada que en ningún caso es menor al 25%/30% anual.
En el Mercado de Capitales, acciones y títulos públicos aparecen como una alternativa que podría resultar más rentable, pero con un alto riesgo implícito. Y para muestra basta un botón: las acciones de YPF, una de las empresas argentinas más importantes y con mejor potencial en sus negocios, perdió este año casi 60%. ¿Quién soporta sin una crisis de nervios ver su capital reducido a la mitad?
El mercado inmobiliario, en cambio, es atractivo en este contexto, con bajo riesgo para el capital invertido e interesantes posibilidades de ganancia. Para quienes buscan canalizar tanto algún fondo ya ahorrado como nuevos flujos, los inmuebles siempre son una excelente opción. “Consideramos que es un buen momento para invertir en ladrillos porque hay un cierto cambio de expectativa que trae el recambio presidencial y además podríamos encaminarnos a una reversión del ciclo en materia de real estate a partir del segundo semestre de 2016 si las señales desde lo macroeconómico acompañan”, opina José Rozados, director de la consultora especializada Reporte Inmobiliario. Se refiere concretamente a que vuelva a fluir el mercado de compra/venta de inmuebles.
Encontrar proyectos que puedan pagarse en moneda local es la clave del éxito: canalizar el ahorro en pesos a un activo que luego podrá venderse en dólares o bien en pesos pero siempre siguiendo la dinámica de la cotización del tipo de cambio libre, garantiza resguardo. Los proyectos comúnmente denominados “desde el pozo” son un vehículo atractivo para este tipo de inversiones y Eidico Casas no solo encuadra en esa modalidad sino que tiene el plus de contar con plazos que no existen hoy en día en el mercado.
¿De qué se trata? Es la adquisición en cuotas de un lote más la casa terminada, lista para ser habitada o alquilada, a través de un modelo cooperativo. “Nos diferencia un sistema que propone una financiación natural dentro de un marco económico que no ofrece alternativas de crédito para acceder a la casa propia”, explica Francisco Spaghi, jefe comercial de Eidico Casas. El plan funciona por Sorteo y Adelanto de Cuotas. A partir del tercer año se empiezan a entregar las casas y se siguen pagando las cuotas mensualmente.
¿Cuánto dinero hay que aportar y de qué manera? “Se ingresa al proyecto con un anticipo equivalente a unos $255.000. Luego se pagan 120 cuotas que en promedio son de $12.000, con dos refuerzos en las cuotas 13 y 25, y se actualizan anualmente por el Índice de la Cámara Argentina de la Construcción. A partir del tercer año se hacen dos adjudicaciones de viviendas terminadas que responden al modelo de Plan de Ahorro Previo”, explica Spaghi, quien trabaja en Eidico Casas desde su nacimiento en 2010. “Nuestro sistema contempla dos adjudicaciones anuales, una por Adelanto de Cuotas y, al mes siguiente, otra por Sorteo. Las personas que salen adjudicadas año a año pueden elegir ampliar la casa. Las opciones son: un lavadero, un escritorio (o dormitorio adicional) con o sin baño y una ampliación en el dormitorio principal con suite. Las mismas se pagan en 12 cuotas”.
¿Cuál es la ventaja para el inversor? Se aporta el capital en cuotas, y en pesos y se logra un refugio de valor en un mercado como el inmobiliario que se mueve tradicionalmente en dólares. Otra ventaja importante es que, quienes tienen la suerte de resultar adjudicatarios en los primeros años, podrán “rentabilizar” su inversión, alquilando la casa, mientras siguen pagando las cuotas y capitalizándose. Si deciden vender la ganancia potencial será mayor estando la unidad lista que si sólo se transfiere una participación en un proyecto. Además, la experiencia de Eidico en el desarrollo de barrios con el mismo sistema cooperativo, es una garantía para el inversor como así también el hecho de que quienes ingresaron a Eidico Casas y luego quisieron revender su unidad pudieron hacerlo. Otro plus respecto de, por ejemplo, suscribir un departamento desde el pozo, es que Eidico Casas no tiene gastos de expensas y es de los pocos proyectos que ofrecen casas + terreno, un segmento con altísima demanda por parte de las familias que necesitan, por ejemplo, alquilar.
¿Al licitar se congela el precio? No. El sistema prevé un Adelanto de Cuotas, no es licitación ya que no congela el valor del proyecto. El sistema cooperativo que proponemos hace que todos los participantes del grupo paguen el mismo costo por la casa de 80 m2 y el terreno con la misma infraestructura que nuestros barrios cerrados.
¿De cuánto fue el ajuste/ incremento en la cuota de 2015? La actualización promedio de este año fue del 26%.
¿Qué ganancia se estima para quienes invierten en el proyecto? Los propietarios que decidieron vender su unidad pudieron hacerlo en dólares y con una capitalización aproximada de 20%. Se estima que si el inversor espera a que el proyecto esté totalmente finalizado para vender su unidad la ganancia rondará 30% en dólares, y obviamente la rentabilidad obtenida resultará más sustanciosa cuanto antes el inversor salga sorteado para que le adjudiquen la unidad: menos inversión y menos tiempo. “En un contexto como el actual, en el que los plazos fijos, por ejemplo, tienen tasa de interés negativa (es decir menor a la inflación real), lo que conlleva una pérdida de poder adquisitivo, este modelo resulta muy atractivo”, explica Francisco Spaghi.
¿Qué riesgos tiene? Existe el riesgo intrínseco de una economía en recesión y con inflación que hace que los costos año a año sean muy superiores. Una vez al año se realiza un ajuste en el valor de las cuotas de acuerdo al Índice de la Cámara Argentina de la Construcción y además el contrato prevé que si la inflación llegara a dañar el normal funcionamiento del proyecto, el ajuste se puede hacer con mayor periodicidad. Como todo bien inmueble, no es líquido. Es decir que para recuperar el dinero invertido hay que encontrar un comprador y eso puede llevar algún tiempo.
Los ahorros dormidos pierden valor. Es momento de buscar las alternativas que mejor se adapten a nuestro perfil como inversor, para protegernos del contexto inflacionario y de la incertidumbre sobre la evolución futura del tipo de cambio. Y para esto, Eidico Casas promete ser una gran opción.