Lo que empezó como una idea se plasmó luego en un proyecto, y ese proyecto en una realidad. Lo que empezó siendo de unos pocos se transformó en el sueño de muchos. Y en la realización de ese sueño. Primero un barrio, después otro; más adelante posibilidades de invertir en todo el país y luego nada menos que una casa. Eidico empezó casi sin saberlo; nuestra identidad se fue consolidando, nuestro mensaje se hizo claro y nuestra imagen tomó forma. Hoy podemos decir que la empresa que construimos representa una marca en sí misma, con todo lo que eso implica: un diferencial que nos distingue, una idea que se transmite y un público al que queremos llegar.

Tenemos claro que el desafío de toda marca fuerte es crear una imagen sólida y conservar en el tiempo sus propuestas, sus cualidades y su mensaje. En el año de nuestro vigésimo aniversario, seguimos repasando nuestra historia con la Ruta Eidico y agudizando la vista para ver el camino que todavía nos resta recorrer. Reconociendo en nuestro pasado los aciertos y desaciertos, y buscando aprender de cada paso dado, para seguir construyéndonos con bases firmes en el futuro.

En los umbrales de una nueva Semana Santa y una nueva Pascua, queremos volver a proponernos hacer carne los valores que promulgamos como parte de nuestra marca. La confianza, la cercanía, el bien común y la familia. Cada uno de los que formamos Eidico queremos asumir el compromiso de crear una empresa cada vez más humana, generosa y cristiana. Hacernos eco del mensaje del Papa Francisco: “Lleven a sus familias y sus países el mensaje de alegría, de esperanza y de paz que cada año, en la Pascua, se renueva con vigor”.

Deseamos que todos los que nos acompañan desde el principio y los que se fueron sumando a lo largo del tiempo, puedan seguir siendo parte de este sueño como lo fueron hasta ahora. Y que entre todos, empleados, clientes y amigos, podamos renovar nuestras energías para seguir construyendo una empresa y una realidad cada vez mejor.

Feliz Pascua de Resurrección y que Dios bendiga a nuestro país y a su gente.