El Real Estate y la construcción sufren los avatares de la economía. Sin embargo, hay algunos índices de mejoras en la construcción, la actividad empieza a levantarse. Empresarios y consultores del sector coinciden en que hay razones para esperar crecimiento a mediano plazo.
Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl
Atado y anclado al devenir de la economía, el Real Estate y la industria de la construcción sufren a la par del deterioro de los indicadores macroeconómicos. Sin embargo, hay algunos índices de mejoras en la construcción. Indicadores duros, como despachos de cemento o permisos de obras, tocaron su piso y empiezan a pegar la vuelta.
Índices positivos
De acuerdo a los datos de la Asociación de Fabricantes de Cemento, los despachos de este material crecieron 4,7% respecto de mayo de 2018. Y también, 7,1% respecto de abril de este año.
En los datos del INDEC se ve también una incipiente mejora. Según el resultado a abril (último relevado) del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), en la serie que muestra la tendencia, abril arrojó un resultado positivo de 0,6% respecto de marzo. En diciembre de 2018, por ejemplo, ese mismo número era de -0,9%. Y el indicador desestacionalizado, si bien está en terreno negativo, recortó la baja: -0,3% en abril, muy inferior al -3,4 de marzo.
Claro que en un escenario pre electoral y con la economía en terapia intensiva, hacer planes requiere de una mirada de mediano/largo plazo. Aun así, son muchos los actores de esta industria que empiezan a ver la salida y los principios de una tímida reactivación. Algunas nuevas ventajas impositivas, que tenderán a dinamizar lentamente al sector, y los muy competitivos valores de la construcción en dólares son también factores claves para quienes hacen pronósticos.
Tranquilizar las aguas
El futuro del sector fue tema de debate y análisis exhaustivo durante la 4ta edición de LN Real Estate, que se llevó a cabo el martes 11 de junio. La definición de Sebastián Sommer, del fondo de inversión Tayron Capital Latam, fue muy elocuente respecto de lo que se puede esperar para el futuro cercano. “El Real Estate siempre crece porque las ciudades crecen, porque las personas tienen necesidades. Crece la demanda, y entonces es difícil en este sector ver luces apagadas por mucho tiempo”.
Mirando hacia 2020, la expectativa de quienes gravitan en el sector es que hay mucho por seguir construyendo. “Cuando las condiciones macroeconómicas se estabilicen, y cuando baje el alto nivel de incertidumbre que tenemos actualmente, las demandas postergadas empezarán a fluir”. Así lo explicó Gabriela Goldzer, directora de Ocampo Propiedades.
Costos de construcción competitivos
Hay otro dato que permite a los actores del sector mantenerse optimistas a mediano plazo. Es el hecho que los costos de construcción medidos en dólares son muy competitivos. Reporte Inmobiliario arroja lo siguiente. “El costo de construcción de un edificio entre medianeras se ubicaba, según la cotización del dólar del último día hábil de mayo, en U$S 766,14 para cada m2 vendible. En abril del año pasado, era de U$S 1.157”.
En ese contexto, también surgen inversores dispuestos a aprovechar la oportunidad. Entrar a precios “tentadores” y esperar a que el ciclo se reactive para salir con una ganancia de capital.
Algo de eso puso sobre la mesa también Martin Boquete, director de Toribio Achával, durante el panel en el que participó en LN Real Estate. “El patrimonio de los argentinos está compuesto por dólares o por inmuebles. Por eso tiendo a ser optimista respecto de cómo pueda ser 2020. Hay ahorro para canalizar a inmuebles cuando la situación se estabilice”.