Los precios en dólares subieron entre 30% y 50% respecto del verano pasado. Hay lista de espera para los barrios privados. Se buscan alquileres más prolongados, de dos y hasta tres meses.
Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl
Todos los años, la demanda de casas para alquiler temporario de vacaciones en las zonas con alta concentración de barrios privados, sea en el corredor Norte del Gran Buenos Aires o en el Sur, va en aumento. Muchos propietarios se acostumbraron ya a dejar sus casas por un mes y hacer una diferencia económica para el resto del año. Por su lado, los inquilinos que no pueden alejarse mucho de la ciudad toman esta opción para hacer un corte al año en medio del verde.
Caso pandemia: incremento marcado en los alquileres de verano
Pero claro que en este 2020 nada responde a los procesos habituales. La demanda -quienes alquilan- se modificó mucho, se adelantó en los tiempos y empezó a buscar contratos más largos, por dos o tres meses. La oferta tampoco quedó estática. Muchos propietarios dudaban (y aún dudan) de alquilar su casa porque no estaba claro cómo sería vacacionar en los lugares turísticos, dentro y fuera del país.
“Casaquintas y casas en barrios privados están al tope de las preferencias, tanto para veraneo como para vivienda permanente”, de acuerdo a los resultados de un relevamiento de la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi).
Según el presidente de la entidad, el martillero Alejandro Ginevra, “Tal cual lo preveíamos, ha habido un marcado incremento en las consultas por alquileres temporales de verano. Este crecimiento es del orden del 50% en algunos casos”.
“Esta fuerte demanda se da en un marco de excepción en el que muchos argentinos, que acostumbraban a veranear en países vecinos como Uruguay, este año no podrán hacerlo dado que, por la pandemia, no se les permitiría el ingreso”, dice el ejecutivo de Camesi.
Las deferencias entre los Planes A y B
Delfina Galceran, asesora desde su cuenta de Instagram @mudaton_sos tanto a inquilinos como a propietarios. Ella misma, junto a su familia, alquila hace más de 10 años casa en algún barrio privado de la zona de Tigre, por corredor Bancalari o Villa Nueva. Sumando experiencia profesional y personal, cuenta que “ya por agosto y septiembre se notaba que había menos casas disponibles para alquiler y los pedidos se multiplicaban. Eso llevó a que claramente el precio de los alquileres suba muchísimo en toda la Zona Norte”.
“Ahora, al estar más claro el panorama de la temporada de verano en las zonas de vacaciones y sus protocolos, aparecieron más casas, incluso con precios más razonables”, dice Galceran. Y aclara que “quienes alquilan su casa para irse de vacaciones en esos días son los que recién ahora (mediados de noviembre) están decidiéndose a alquilar. Los que lo hicieron en agosto/septiembre eran quienes tenían un Plan B, la casa de un familiar, un campo o su propia casa en la costa, por ejemplo”.
Variaciones en valores
La tendencia la confirman en Camesi con números concretos. El último relevamiento que mensualmente realiza el Observatorio de la Camara en base a la opinión de más de 3000 operadores de todo el país, arrojó lo siguiente. El 84% de las inmobiliarias consultadas indicó un aumento de entre 30% y 50% en los valores en dólares para alquileres temporales de propiedades de veraneo.
Pareció no importar la suba constante del tipo de cambio, ni las restricciones para acceder a los billetes. Casas que el verano pasado se alquilaban a U$S 3.000 en enero saltaron a U$S 5000. Incluso hubo muchos contratos de U$S 8000 y U$S 10.000 mensuales en los barrios más tradicionales del corredor Bancalari y en Nordelta. Valores a todas luces muy elevados. Pero, como en otros órdenes de la economía, la oferta y la demanda son las que regulan los precios… Y hubo mucha gente dispuesta pagarlos por 30 o 40 días en el verde, con vista al lago, parrilla y pileta para sacudirse de encima tantos meses de encierro.
Departamentos, también
Los departamentos en la Zona Norte con amenities (piletas, deportes, SUM) también entran en las preferencias de los inquilinos que no llegan a una casa. Si tienen terraza y parrilla propia, mucho mejor.
La demanda sigue muy activa y se estima que durante todo diciembre seguirá habiendo búsquedas. Incluso, muchas inmobiliarias están con una lista de espera muy nutrida.
Acá me quedo
Otra diferencia importante de este verano 2020/2021 respecto de otros es el deseo de los inquilinos de extender sus estancias. En general, los alquileres promedio son de un mes, o un mes y algunos días en el caso de quienes se instalan para pasar la Navidad y continúan en enero.
Pero este año, según coinciden los operadores inmobiliarios, hay muchas familias buscando alquilar por dos meses o más. Incluso, subrayan que fue notoria la demanda de alquileres permanentes (no contrato temporario, sino el tradicional de 3 años). Esto, en vistas de empezar a probar un cambio de vida en la “nueva normalidad” de más home office.
Lo fundamental en las casas que se alquilan por temporada de verano es que esté impecable, que todo funcione perfectamente y que de alguna manera estén preparadas para darles la bienvenida a quienes la habitarán durante algunos días o meses.
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