Las mujeres buscan un rol protagónico dentro del mundo emprendedor. Aún hay mucho camino por recorrer y barreras que derribar. Pero el objetivo lo tienen bien definido: llevar cada emprendimiento al próximo nivel.
Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl
Si hay una semilla muy implantada entre las mujeres argentinas es la del emprendedurismo y el abrirse camino, aun en condiciones económicas desafiantes.
“Las mujeres tienen mucho interés en emprender. Lo ven o como un ingreso adicional o como una salida laboral concreta”, dice Ximena Díaz Alarcón, co-fundadora & CEO de Youniversal, la consultora especializada en investigación y análisis de tendencias de mercado.
En la Argentina, como en muchos otros países de Latinoamérica, emprender es una forma de “hacerse” de oportunidades, de crecer, de potenciar los ingresos y, también, lograr independencia.
Emprendimientos de mujeres en la Argentina
“El crecimiento del emprendedurismo argentino se explotó en 2016 y continúa hasta ahora. En el caso particular de las mujeres, la forma de emprender fue cambiando y haciéndose mucho más profesional”, explica Mery Sanchez, CEO de Malva Comunicación y creadora de una plataforma para formar emprendedoras (Plataforma Emprendedora). “Lo que empezó en muchos casos como la búsqueda de un ingreso extra, hoy viró a una mujer emprendedora robusta y con proyección de crecimiento. Incluso, algunas de ellas lograron convertir sus emprendimientos en Pymes de sólida envergadura”, destaca.
En la misma línea habla Victoria Marcó, Head of Growth de Alegra. “En la Argentina, el emprendedurismo femenino tomó una gran relevancia durante los últimos años. Cada vez son más las mujeres que se animan a lanzar sus propios negocios y emprendimientos. Y esto representa una oportunidad única para la economía del país”, asegura la ejecutiva, que remarca que esta tendencia “no solo contribuye al crecimiento económico y al desarrollo del mercado laboral, sino que también ayuda a empoderar a las mujeres y a reducir la brecha de genero en el ámbito empresarial”.
Según los datos relevados por Alegra -el sistema de soluciones de facturaciones para Pymes y MiPymes-, la tasa de emprendimientos fundados por mujeres pasó de 51,8% en 2019 a más de 60% en 2022. “La facturación de sus negocios en el mismo periodo fue 20% superior el año pasado, que la de los emprendimientos liderados por hombres”, define Marcó.
Motivaciones
Sheila Saad es emprendedora y fundó “El Club de Emprendedoras”. Se trata de una membresía desde donde da soporte a otras mujeres en el camino de crear sus propios negocios. “La mayoría de las mujeres que emprende lo hace por motivaciones personales, muy internas, ligadas a la independencia económica y a la libertad, en el sentido de flexibilidad para conciliar su vida personal con la profesional”, relata.
“Quieren trabajar de lo que les gusta, tener el poder de decisión sobre todo lo que sucede en su vida y generar ingresos para mejorar su calidad de vida, hasta llegar a tener una empresa exitosa que pueda garantizar un futuro para ellas y para su familia”, resume entre las principales motivaciones.
Otro tema que emerge cada vez con más fuerza es el de dejar una huella positiva. “En nuestros estudios y entrevistas encontramos que las mujeres emprendedoras tienen una fuerte preocupación no solo por poder hacer que su negocio o idea prospere y se desarrolle, sino también por priorizar las iniciativas de responsabilidad social en cuestiones ambientales y sociales”, anota Diaz Alarcón de Youniversal.
Y el emprender parece generar un círculo virtuoso y de crecimiento. Según datos del Global Entrepreneur Ship Monitor 2021, a nivel mundial se encuentra que “si a mi alrededor tengo gente que emprende, puedo ver oportunidades, confío más en mi propia capacidad y temo menos al fracaso”, dice Díaz Alarcón. Aunque aclara, también, que en las encuestas que realizan, descubren que las mujeres tienen mayor temor que los hombres a fracasar o a que su negocio no funcione.
Otra tendencia que crece y se fortalece con la ayuda de las redes sociales es el networking entre emprendedoras con un inmenso poder multiplicador.
Principales obstáculos
“Para todos los emprendedores (hombres o mujeres), el contexto económico y político tanto nacional, como internacional, es el principal obstáculo a la hora de crear un negocio por su cuenta. Sin embargo, para las mujeres, el desafío es mucho más profundo”, define Victoria Marcó de Alegra.
Entre algunas de las trabas y desafíos que más complican el camino emprendedor de las mujeres figuran las siguiente.
- Brecha de oportunidades entre hombres y mujeres en términos de acceso a financiamiento, créditos y capital semilla.
- Falta de conocimiento y educación sobre negocios y finanzas.
- Desconocimiento de herramientas que potencien los negocios.
“Si bien en la Argentina, 7 de cada 10 mujeres emprendedoras tienen colaboradores a su cargo, la mayoría no cuenta con capacidad económica para sumar personal a sus equipos”, describe Marcó y lo atribuye “a la carencia de políticas a largo plazo que nos permitan mayor igualdad en el acceso a créditos o que fomenten a los emprendimientos liderados por mujeres”.
El camino está en construcción. Hay mucho por hacer, mucho esfuerzo y trabajo por parte de las mujeres emprendedoras. Pero el futuro parece alentador. “El futuro del emprendedurismo femenino es altamente prometedor. Cada vez más mujeres deciden crear sus propios negocios, y estos presentan una facturación competitiva en el mercado argentino. Es necesario, eso sí, que se sigan eliminando barreras y se promuevan políticas de inclusión y equidad de género en el mundo empresarial”, completa Marcó.