La demanda de alojamientos para alquileres temporarios va en aumento. Para el propietario mejora la rentabilidad. Se puede destinar a renta una vivienda completa o sólo algunas habitaciones, hacerlo de manera regular o ciertos periodos al año.

Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl

El crecimiento del turismo está dando nuevas alas al negocio de alquileres temporarios. Y suma una alternativa más a quienes eligen los inmuebles destinados a renta como modo de ahorro e inversión. La tendencia de los viajeros a hospedarse en casas o departamentos privados avanza de la mano de plataformas como Airbnb o Booking. Y va cobrando cada vez más protagonismo en la Argentina, apalancado en el avance del turismo receptivo.

Según datos de Airbnb, la oferta de alojamiento local se triplicó en los últimos años. Y actualmente sólo en Buenos Aires cuentan con 15.655 alojamientos publicados. De acuerdo a cifras de un informe realizado por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), los anfitriones (tal el nombre que reciben los dueños del inmueble) pasaron de generar ingresos por U$S 2,2 millones en abril de 2016, a U$S 8 millones en marzo de este año. Un aumento de casi el 500% en dólares en menos de dos años.

Por otro lado, según el estudio del CEM, en marzo de 2019 un alquiler promedio de una noche le generó al propietario un ingreso de U$S 46, descontando limpieza y comisión. En el mismo mes, el valor de un alquiler en renta tradicional (dos años) fue de $ 15.665. Esto que equivale aproximadamente a U$S 12 por noche.

Un cálculo similar hace Germán Gómez Picasso, director de Mercado Inmobiliario. Un departamento de 2 ambientes, alquilado a un precio promedio de U$S 40 por noche, 20 días al mes, da como resultado una renta cercana a los $45.000. De ahí habrá que descontar los gastos. “La clave es contar con una buena rotación de inquilinos”, dice el especialista.

Así el alquiler temporario se vuelve una muy buena alternativa para maximizar el resultado de un inmueble destinado a inversión para renta. Pero también para sacarle un extra a la propia vivienda en periodos en los que familia toma vacaciones. O incluso rentando algunas habitaciones que no se utilizan y permiten agregar un plus a las finanzas personales.

Un informe de Properati da cuenta de que hay más de 2.000 alternativas de alquiler temporario publicadas en su web. Y resalta que en lo que va de este año, cada cien alquileres tradicionales, se hacen 80 temporarios. “Una prueba del crecimiento de esta modalidad de alojamiento para turistas es que la Legislatura porteña dictó una norma para regular esta actividad”.

Las tendencias

Michael Koh, fundador de ApartmentsBA, afirma que “es una tendencia mundial el protagonismo que están ganando los alquileres temporales para turistas. En todo el mundo cada vez más gente se siente más cómoda alquilando departamentos en lugar de ir a hoteles. Antes esto sonaba extraño, pero hoy en día es normal hacerlo”.

El especialista en emprendimientos de renta temporaria remarca además que el publico que va a un departamento es diferente al que se aloja en un hotel. “Hay gente de hotel que nunca iría a un departamento, porque necesitan al conserje y sábanas limpias todos los días. Por el otro, hay ‘gente de departamentos’ que nunca volvería al hotel, ya que necesitan espacio, privacidad, su cocina y les gusta vivir como los locales por unos días”.

La renta temporaria es un negocio al que se dedican por igual hombres y mujeres. Un informe sobre la Argentina realizado por Airbnb destaca que, al igual que sucede en el resto del mundo, la mitad de los anfitriones argentinos son mujeres. “Todo tipo de mujeres con historias realmente inspiradoras usan Airbnb para mantenerse y hacer realidad sus proyectos”. Así lo aporta el informe de la plataforma.

Claro que este tipo de emprendimientos requiere una mayor inversión inicial comparado con el alquiler tradicional. Las unidades destinadas a turistas tienen que estar totalmente equipadas y tener conexión a Internet. El mobiliario debe estar acorde a la zona y al valor que se pretende cobrar por noche de alojamiento. “Los inmuebles más buscados y exitosos son los que tienen lindos muebles, Wi-Fi, vienen con celular incluido, línea para llamadas locales, cable, la mejor tecnología y una amplia y equipada cocina”, detalla Koh.

En cuanto a las zonas o ciudades aptas para este tipo de alquiler, todas las alternativas son posibles. Desde la Ciudad de Buenos Aires, con barrios como Recoleta y Palermo entre los más buscados, hasta una casa muy pequeña en Jujuy pero con el Cerro de los Siete Colores como telón de fondo. Una casa en las islas del Tigre o propiedades en barrios privados para pasar temporadas de verano. Casi todos los alojamientos encuentran “un novio” si están bien presentados, equipados y mantenidos.