Por María Ducos
La Fundación Oficios celebró su 9° cena benéfica para la recaudación de fondos. Si bien se lograron cubrir los gastos de 185 becados para el próximo año, todavía se necesitan aportantes que colaboren con las restantes.
Los invitados aún se acomodaban en sus mesas, mientras algún rezagado volvía de la recepción con algún canapé en la mano. Los chicos de blanco, los ochenta voluntarios, seguían yendo y viniendo con bandejas que se iban vaciando a medida que recorrían el salón. Un año más 500personas volvían a renovar el compromiso de colaborar para que la promoción social y laboral de los sectores con menos recursos se haga realidad.
“Esto es un sueño compartido” fueron las primeras palabras de Ignacio Turín al mando del micrófono. Todas las mesas estaban llenas. Hombres y mujeres dieron el presente al desafío de ser afectadores positivos de la sociedad en la que nos toca vivir. La mayoría no se daba cuenta que la existencia de esta gran comunidad formadora era posible gracias a ellos, gracias a la generosidad que durante todo este tiempo se tradujo en más profesores, en más cursos, en más graduados y en más personas que con sus valores y sus oficios estaban dignificando a más de 2000 familias.
Los que formamos parte de la Fundación Oficios estamos convencidos de que el renacimiento de una Argentina más inclusiva no puede darse si no es de la mano de la educación. La cultura del trabajo y el desarrollo integral de la persona no sólo harán posible la reducción de la tan dolorosa brecha económica y por lo tanto social que padece nuestro país, sino que también contribuirán a una sociedad más honrada, orgullosa de los talentos que cada uno de sus miembros brinda al servicio de la comunidad.
Estos nueve años cambiando realidades nos dan un solo veredicto: dignificar a los más desfavorecidos no es altruismo ni filantropía. Arremangarnos para que nuestro vecino tenga una mejor calidad de vida, es un deber moral donde realmente nosotros somos los más beneficiados al recibir tanto cariño. En cada curso, en cada charla que podemos compartir con los alumnos, y en cada entrega de diplomas el orgullo por nuestros graduados nos confirma nuestro rumbo.
La fundación es un conjunto de caras conocidas que año tras año se compromete con el desafío de la educación. Si bien el saldo de la noche fue positivo, aún queda un número considerable de becas por cubrir que invitamos a todos aquellos que estén dispuestos a sumarse con $200 mensuales. Con ese mínimo aporte, pero que para nosotros es esencial, no sólo se le da la posibilidad a un alumno que estudie gratuitamente un curso durante un año entero, sino que se está poniendo un granito de arena para que cientos de personas puedan tener un futuro más próspero para ellos y sus familias.