Por Mónica Fernandez 

¿Quién no fantaseo más de una vez con “patear” el tablero, abandonar la oficina o el trabajo bajo relación de dependencia y lanzarse por cuenta propia?. O llevar vidas paralelas y darle forma al costado emprendedor, solo o en familia, pensando en armar un proyecto que nos genere un ingreso extra cuando nos retiremos definitivamente de nuestra profesión o nuestro empleo.

Para los que se animan a tomar el desafío, las franquicias pueden ser una herramienta útil para allanar el camino y, si bien no garantizan el éxito rotundo, minimizan los riesgos ya que se trata de “representaciones” de marcas que ya han probado su buen funcionamiento en el mercado. ¿No tenés idea de que se trata?. En este blog te ponemos en tema para que puedas analizarlo.

¿Cómo funciona? El franchising es un sistema a través del cual una empresa que ha logrado un éxito comercial en un área específica de negocios, transmite a otro empresario independiente todos sus conocimientos y experiencia sobre el negocio (know how) a cambio de un derecho inicial –canon- más un porcentaje (a determinar) sobre las ventas mensuales. Tiene dos patas: el franquiciante, que es el dueño original de la marca, y el franquiciado, que es quien se inicia en el negocio. El franquiciado obtiene exclusividad en su zona!!.

¿Qué es lo que mejor funciona?. Las franquicias que más se expandieron en los últimos años son las del rubro gastronómico y representan el 38% del total, de acuerdo a Lucas Secades, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF). Se ven desde grandes cadenas premium como Sushi Club, Café Martínez o Havanna,  hasta nombres que nos resultan muy cercanos como, por ejemplo, la cadena de Heladerías Daniel (muy conocida para todos los que viven en la zona norte del Gran Buenos Aires) que se lanzó este año a franquiciar su marca. Es un segmento muy activo, pero claro no es de los más económicos para iniciarse y además requiere más empleados y estar dispuesto a horarios de trabajo más extendidos.

Para los que buscan una alternativa menos demandante que la gastronomía, las opciones van desde locales de ropa y accesorios de moda (33% del mercado), hasta servicios como tintorerías, inmobiliarias, pinturerías o muchísimo más sencillo como una marca que ofrece todo el know how (experiencia) para hacer fotolibros personalizados desde casa!!.

¿Cuánto hay que invertir?. Depende mucho de la marca y del rubro. Hay para todo gusto y bolsillo pero existen  opciones desde $10.000, en el caso de la marca que ofrece fotolibros (esta franquicia es de origen norteamericano), pasando por cafeterías y heladerías de primera línea que cobran canon de ingreso de más de un millón de pesos, o marcas de ropa que arrancan en unos $250.000 de canon para un negocio de ropa interior masculina que suele estar en todos los shoppings. A estos valores hay que agregarle lo que cada marca exige comprar de stock y, obviamente el alquiler y mantenimiento del local.

El dato: a partir de enero de 2016 entrará en vigencia la Ley de Franquicias Comerciales dentro del Nuevo Código Civil.

La ventaja: con la franquicia el emprendedor paga un costo mayor que si se lanzara solo, con una marca propia, pero corre con la ventaja de empezar con una marca que ya está aceptada y reconocida en el mercado. En promedio, de acuerdo a un estudio de Franchising, una consultora especializada en el tema, la inversión inicial se recupera en los primeros dos años y en el caso de los negocios de ropa se ofrece a los franquiciados un markup (remarcación de precios) sobre el costo del 100%.

Si  estas pensando en la aventura “emprendedora” las franquicias son una alternativa para no arrancar desde cero. Eso sí, requiere tomarse tiempo para aprender sobre el tema, investigar y asesorarse.