Texto: Sofía Stavrou

Lucía Mones Cazón vive con su marido y sus dos hijos en El Encuentro y es una ama de casa todo terreno: está en cada detalle de su refugio familiar y es ella misma la que se ocupa de las tareas cotidianas más difíciles. Electricidad, plomería, cortinas, pintura y hasta carpintería son cuestiones que ella maneja ¡y es feliz ocupándose de todo eso! Además es la piletera oficial y, como buena fanática del cuidado de las plantas, también la jardinera. Admite que es bastante inquieta y que todas las actividades que implican tener una casa al día demandan mucho tiempo pero esto le permite dejar fluir su personalidad tan activa de una manera natural.

Cuando recuerda cómo conoció El Encuentro le vuelven a su memoria las imágenes en pareja buscando casa o terreno para construir, pero sin muchos ánimos ¡nada los convencía del todo! Hasta que en el año 2008 entraron al barrio y los dos coincidieron: “es acá, no hay dudas”.

Hoy dice que disfruta “todo todo” de su casa: cuando llegaron estaba lleno de animales, muchísimas liebres y distintos pájaros. Hoy hay muchas nutrias, gansos y patos en la laguna y a sus hijos les encanta. Además ama los árboles del barrio y el ruido de los álamos con el viento… Luchi se siente agradecida constantemente: “Tener la posibilidad de vivir acá es un privilegio y ni hablar de la buena onda que hay entre los vecinos”, nos relata.

Si tuviese que elegir el aporte más positivo que El Encuentro trajo a su vida elige es el de la posibilidad de SER FELIZ. El hecho de darle a sus hijos una calidad de vida increíble, de poder andar en bicicleta en la calle, ir al club caminando, de disfrutar del silencio, despertarse con los pájaros, es algo que no cambia por nada.

Después de muchos años viviendo y disfrutando de El Encuentro Luchi ya tiene su top 5 de los preferidos del barrio: la zona deportiva, los árboles, los lotes grandes, las plazas y  las familias jóvenes. Calidad de vida y felicidad familiar, garantizadas.