El 8 de mayo Marcelo Elbaum, economista y asesor financiero, dictó un taller a los empleados internos de Eidico sobre cómo administrar el dinero en la familia. Compartimos con ustedes algunas de las conclusiones.

Un estudio del HSBC realizado en 17 países, entre ellos La Argentina, evidenció que son varias las personas de diferentes países preocupadas por lo que sucederá una vez alcanzada la edad de la jubilación. Por ejemplo, el 64% tiene miedo que la plata no les alcance y el 41% de las personas no se siente preparado para la etapa pasiva.

Para poder tomar una decisión inteligente en cuanto a ahorro e inversión, es necesario conocer y mantener un método, que no hay que cortar por más que haya eventualidades o crisis. Es preferible sobrevivir al dinero que el dinero nos sobreviva.

La definición de la riqueza es muy relativa y no depende sólo del ingreso, sino del uso y del ahorro. Es tanto o más difícil mantener o aumentar la riqueza que generarla. El primer paso para generar fortuna es el AHORRO, pero no es la única: hay que saber invertir también.

Existen siete prejuicios para no ahorrar:

1. Creo que el dinero es malo, que los que lo tienen lo generaron de una forma ilícita o equivocada.
2. No me interesa planificar el futuro porque lo veo muy lejano.
3. Me resulta muy difícil tomar decisiones.
4. No les tengo confianza a los asesores financieros.
5. Las cuestiones financieras son demasiado complicadas.
6. Estoy  muy ocupado ganando dinero.
7. No me sobra dinero después de pagar las cuentas.

Además, psicológicamente el consumo está dominado por la emoción y el ahorro por el pensamiento.

Algunos tips para ahorrar son:

• Pagarse primero a uno mismo. Separar lo que vamos a ahorrar a principio de mes y aprender a vivir con el resto, en vez de vivir con todos los ingresos y después ver qué sobra.

• Deducción automática, ya sea a través de un pozo de inversión de cualquier tipo o a través del banco.

• Cuentas mentales separadas

• Ahorrar regularmente cantidades pequeñas, ya sea USD 2 por día o lo que sea posible. Hay que ponerse objetivos chiquitos y alcanzables.

Otro problema para ahorrar es ser “compradores compulsivos”. La tarjeta de crédito no ayuda: no hay que utilizarla para endeudarse, pero sí funciona cuando la utilizamos para pagar en cuotas y “ganarle” a la inflación. Por ejemplo, cuando uno sale a comer con tarjeta de crédito automáticamente mira platos más caros. Si utilizamos la tarjeta como dinero de juguete y luego pagamos el mínimo, nos endeudamos.

Pero ahorrar solamente no funciona, hay que poder INVERTIR: comprar activos que generen flujo, renta o apreciación. Eidico propone diferentes formas de inversión: un módulo en un hotel, en un centro comercial, en oficinas, en un club de campo o en el sector agropecuario. Queremos invitarte a que las conozcas.

Como conclusión, la economía y las finanzas son más sencillas de lo que generalmente se supone. Ser dueños de nuestro futuro es una decisión que depende de cada uno.