Son varios los centros comerciales que se instalaron en las cercanías de los barrios privados de Tigre. Resultan una solución para las necesidades diarias de los habitantes de la zona. Conocé cuáles son, qué ofrecen y los que están por venir.

Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl

El crecimiento exponencial de las zonas aledañas al Corredor Bancalari – Benavídez cambió completamente la fisonomía comercial de la zona. Esto implica desde Panamericana hasta pasar el El Claro, y de ahí por la ruta 27, ingresando por Italia hasta el final de Villa Nueva.

Con el ojo puesto en las infinitas necesidades de productos y servicios de los habitantes, aparecieron los centros comerciales de proximidad. Se trata de un fenómeno que se multiplica.

¿Cuáles son los centros comerciales de la zona?

Uno de los primeros en hacer pie (más allá del Centro Comercial de Nordelta, que por su tamaño y características entra en la categoría de shopping center a cielo abierto) fue el Centro Comercial Santa Bárbara, ubicado al lado del barrio desarrollado por Eidico. Cuenta con locales comerciales y con un primer piso de oficinas y consultorios médicos.

La oferta se amplió y sigue creciendo. También sobre Bancalari ya están consolidados Euskal Herría (en el barrio Laguna del Sol), y Lirios del Talar, que combina comercios y un centro médico (en la entrada que comparten Talar del Lago 1 y 2, y próximo al barrio El Encuentro, de Eidico).

En Villa Nueva está Vila Terra Center, sobre el Boulevard de Todos los Santos, en Dique Luján. Y por otro lado, VEN Center, el flamante centro comercial que se está construyendo en frente del barrio San Isidro Labrador –de Eidico-, sobre la calle Italia. Además, por la ruta 27, en dirección a Tigre, está Remeros Plaza

¿Por qué surgen?

Soledad Ramos, directora de la sucursal Nordelta de LJ Ramos Brokers Inmobiliarios, arranca su análisis de esta tendencia, que crece con una puesta en situación. “Es importante recalcar que se trata de una zona donde las distancias en kilómetros son largas. Y se depende en un 100% del auto para resolver los necesidades familiares”.

En ese contexto, la proximidad cotiza en alza. Más aún, teniendo en cuenta a las familias que llegaron a los barrios con hijos pequeños, que hoy son adolescentes. Estos, si bien no son autónomos, pueden resolver muchas necesidades diarias –librería, gimnasio o un helado con amigos- caminando o en bici.

En auge

Ricardo Lascano, gerente del Sector Comercial de Mieres Propiedades augura “más crecimiento, pero siempre acompañado del avance residencial”. La empresa maneja el centro comercial de Lirios del Talar donde, dice, “siempre hay mucha demanda de locales para alquiler y bajo recambio de locatarios. Lo que es servicios, especialmente, funciona muy bien”.  

“Todas las zonas se fueron consolidando mucho estos últimos años. Y aún se necesita más desarrollo comercial. Pero deben terminar de afianzarse fuertemente los que ya están en marcha y los próximos a terminarse. Resulta muy interesante ver cómo se va a terminar de desarrollar el tramo de la ruta 27 que va desde Camino de los Remeros hasta Nordelta. Allí, habrá nuevas propuestas en los próximos años. Luego, el crecimiento va a seguir trasladándose hacia Villa Nueva”, analiza Ramos.

Respecto del nuevo centro comercial VEN, Ramos dice que le va a terminar de dar una identidad a la zona comercial de Villa Nueva. “Fue un éxito su comercialización. Si bien aún quedan unos pocos locales para la venta, el 90% ya se vendió y hay muchos clientes esperando que se termine para abrir sus locales”.

¿Cuáles son los rubros más destacados?

En cuanto a los rubros o tipo de locales que mejor funcionan, la especialista de LJ Ramos subraya que “en un centro comercial siempre tiene que haber un equilibrio entre el servicio que se ofrece y la venta de productos. Es muy importante quién administra el complejo, para garantizar esa diversidad”.

En épocas de economía flaca, tanto Lescano como Ramos coinciden en que “los locales de servicios suelen funcionar un poco mejor que los que venden productos como ropa, por ejemplo”. Pero todo depende de la fina sintonía que logre el comerciante entre lo que la demanda busca y el precio que ofrece.

Cambiar de vida

Con la movida de los centros comerciales, surgió también una oleada de “vecinos emprendedores”. Muchas veces, la mudanza a los barrios cerrados viene acompañada de un deseo de cambiar el ritmo de vida laboral. Así, un alto porcentaje de quienes abrieron locales de venta de productos y de servicios son habitantes del mismo ecosistema.

“En la demanda para instalarse con un local propio vemos mucha gente de la zona”, dice Lascano. Cuenta, a modo de ejemplo, que la ferretería que está en Lirios es de un emprendedor de la zona que alquiló dos locales desde la apertura de centro comercial en 2014. Lo mismo se dio con el restaurante Palta, que empezó en Lirios y ya tiene otras sucursales. También la librería Matilda extendió su presencia  a varios centros.

Ramos coincide. “Hay muchos vecinos que quieren trabajar cerca de donde viven y buscan instalar sus negocios en el centro comercial que más le convenga”.

En primer persona

Eidico Blog recorrió los centros comerciales para conocer algunas historias detrás de la puerta del local.

Proveeduría Argentina. Fue uno de los pioneros en el Centro Comercial Santa Bárbara. Es una proveeduría y empresa familiar, que identificó rápidamente una necesidad latente en la zona. “Abrimos en 2007 y nuestro objetivo fue siempre darle al cliente calidad y un servicio diferencial. En ese momento no había nada cerca. Ya había mucha gente viviendo en Santa Bárbara, y luego se amplió a los barrios que surgieron sobre Bancalari”, cuenta Agustina Falcón. Es una de las socias. Su cuñada es también su socia. “El crecimiento se fue dando. En 2012 inauguramos la Proveeduría del Asador. Y este año abrimos una nueva sucursal en el Centro Comercial Buena Vista”, cuenta. Ambas viven en la zona y tienen hijos en edad escolar. Por eso,  la posibilidad de trabajar cerca de casa fue uno de los factores que influyó en la idea de lanzarse a emprender.

Chez Deco. Liliana Goñi es maestra jardinera y nunca antes había tenido un comercio. Sus hijas, Natalia y Celeste, son contadora y licenciada en comunicación, respectivamente. Las tres se unieron para darle vida a Chez Deco, un negocio con artículos de decoración en el centro comercial de Lirios. “Primero empezamos con un showroom. Y en 2017 nos lanzamos a abrir el local”, cuenta Liliana. Ellas son también vecinas de la zona y cuentan, “nuestro objetivo era hacer algo que nos gustara y de lo que pudiéramos vivir, manejando nuestros tiempos”.