Por Mónica Fernández
De la adversidad muchas veces surge la oportunidad. La frase es tan antigua como el mundo y puede ser vacía o cobrar un gran sentido, todo dependerá de quién sea el interlocutor. Es que para distinguir la oportunidad y salir a conquistarla hay que tener (o aprender a desarrollar) el GEN DEL EMPRENDEDOR.
En momentos como el actual, donde las preocupaciones económicas y la necesidad de hacer una diferencia a fin de mes son una constante en crecimiento, es cuando muchos se animan a jugarse por una idea o un proyecto propio, que en la mayoría de los casos combinan con su trabajo “formal”, con el que se mantienen y financian mientras logran consolidar la idea.
Los argentinos somos de por sí bastante emprendedores y estamos acostumbrados a resurgir y a dar batalla. Así lo revela el Total Early-stage Entrepreneurial Activity –TEA (Tasa de Actividad Emprendedora) que para nuestro país se encuentra en 15,9%, un ratio muy similar al de Brasil (17%) y muy superior al de los países europeos que promedian 8%. TEA es un índice que mide las iniciativas empresariales de entre 0 y 3,5 años en el mercado sobre la población de 18-64 años de un país. Es elaborado por el GEM -Global Entrepreneurship Monitor-que con sede en España y el apoyo de Banco Santander constituye la más importante red mundial para la investigación sobre el emprendimiento.
¿Qué hay que tener en cuenta?
- Tener una idea o un proyecto parece fácil, pero llevarla a cabo, concretarla, hacerla tangible y emprender no es tan fácil.
- Antes que nada planificar. Hacer un plan de negocios que no necesariamente debe ser algo muy complejo. Simplemente un documento en donde coloques toda la información que pueda servirte para tomar mejores decisiones: objetivos, estrategias, presupuestos y proyecciones.
- “Encontrar a las personas adecuadas para formar parte de tu equipo es tan importante como buscar el capital de riesgo necesario para ponerlo en marcha”. El consejo pertenece a Kevin Systrom, cofundador de Instagram.
- Cuidar la caja. Es decir determinar el dinero disponible para emprender y cuidarlo, no caer en gastos excesivos para cosas que no sean estrictamente necesarias. “Preserven la caja que puedan tener disponible ya que es el consumo lo que “mata” el proyecto. El tiempo no es una variable en la ecuación; el consumo de caja sí”, aconseja José Cabiedes, emprendedor madrileño citado por el Centro de Innovación del grupo español BBVA, en una suerte de decálogo del entrepreneur.
- Ser flexibles y estar listo para reaccionar rápido. “La gente que emprende debe aceptar que va a cambiar de idea cada quince días, tienes que poner a prueba esa idea. Mi consejo es ponerla en el mercado lo antes posible para recoger el feedback y poder transformar el negocio a medida que cambian las circunstancias”, recomienda Alex Ríos, uno de los fundadores de Mobivery, una empresa que diseña apps para dispositivos móviles. “Hay que estar dispuesto a cambiar, en caso contrario, haces un plan y lo enmarcas”, enfatiza.
- Ofrecer un producto o servicio diferente. Detectar qué puede marcar la diferencia con la competencia para que el consumidor te elija. Los productos sustentables son un buen ejemplo de esa “vuelta de tuerca”. Se fabrican desde carteras o billeteras, hasta comida, ropa u objetos de decoración. La diferencia es que se subieron a la onda Eco Friendly
- Arrancar con algo chico pero proyectando algo más grande. Crecer escalón por escalón, para no correr el riesgo de dar el paso más grande y tropezar.
- Capacitarse. Hay muchos programas especiales para emprendedores tanto de universidades como de gobiernos y ONG. Hay que aprovecharlos, la mayoría son gratuitos y además de aprender se entra en contacto con la comunidad entrepreneur y con los capitales, concursos, becas y programas dispuesto a financiar proyectos. Son conocidos como capital semilla.
El esfuerzo, aseguran los que se metieron en el mundo entrepreneur, vale la pena. De la última encuesta mundial GEM, para la que se entrevistaron a más de 197.000 personas y participaron aproximadamente 3.800 expertos en “emprendedorismo” de 70 economías en representación de todas las regiones globales del mundo, surgió que los entrepreneurs por oportunidad manifiestan un mayor sentido de bienestar que las personas que no están involucradas en la gestión de un negocio propio y éstas, a su vez, que los emprendedores por necesidad (definidos como aquellas personas que no tienen una motivación o una idea especial por la cual convertirse en emprendedores, sino que lo hacen como única alternativa o salida económica).
Hay muchas razones diferentes por las cuáles la gente se lanza a “emprender”, sea porque está seguro de tener una idea superadora, porque quieren trabajar con mayor libertad, por pura necesidad o por una combinación de muchas de ellas. Muchos quedan en el camino es cierto, pero otros tantos salen adelante. ¿Crees que vale la pena jugarse?¿En qué te gustaría “emprender”?
Y si querés darte una vuelta por el mundo de los emprendedores, Estilo Eidico, que se realizará el 25 de octubre, es una buenísima puerta de entrada. ¡Entrepreneurs de distintos rubros que se animaron a probar su idea!