Estuvimos en Gobernador Virasoro y visitamos los proyectos de forestación y arándanos desarrollados por nuestra empresa en esta zona de la región noreste de la provincia de Corrientes.
La forestación es una de las actividades productivas que más ha crecido allí en los últimos años. San Vicente, Garaví y San Antonio, lanzados en el año 2003, avanzan a paso firme y proyectan un resultado de negocio realmente atractivo, apoyado principalmente en la revalorización que ha alcanzado la tierra en estos años de desarrollo. El negocio forestal, tal como lo planteamos en estos proyectos, le asegura al inversor un beneficio doble: la revalorización de su activo (ya que es dueño de un pedazo de tierra que aumenta su valor de manera exponencial por ser tierra productiva) y la renta que genera la explotación forestal.
En el caso de San Vicente y Garaví, además del negocio forestal se incluye también la explotación de arándanos, actividad productiva que de a poco se va afirmando luego de dos años en donde el mal clima y la crisis económica internacional no le han permitido desplegar todo su potencial. Vale aclarar, no obstante, que el negocio principal de ambos proyectos está en la forestación.
Además de ser una zona muy favorable desde el punto de vista forestal, Virasoro y sus alrededores se destacan por su rica historia y atractiva geografía. La ciudad fue fundada sobre las bases de la estancia Vuelta de Ombú, ubicada estratégicamente en el trazo de lo que en época de los jesuitas se llamó Camino Real, que unía las actuales Santo Tomé y Posadas. Calles y lomadas dominadas por un rojo intenso son el mejor contraste para el verde vivo de montes frondosos, que se alternan con paisajes de bañados y una flora muy particular, lo cual da cuenta de la proximidad del Iberá.
En efecto, a poco más de cien kilómetros de Virasoro se despliega un atractivo imponente de la zona: los Esteros del Iberá, que ocupan una inmensa superficie de casi 25 mil kilómetros cuadrados de pantanos, lagunas y bañados. El sitio es mundialmente conocido por ser el segundo humedal más grande del planeta y por servir de hábitat de varias especies en peligro de extinción, como el ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, el carpincho, el aguará guazú y el yacaré, entre otras.
Muy cerca de Virasoro se encuentra el establecimiento Las Marías, conocido no sólo por ser uno de los productores de yerba más grandes del mundo sino también por haber formado, dentro de sus campos, una verdadera comunidad que incluye barrio de viviendas para sus empleados, una escuela, un centro de primeros auxilios y un club deportivo.