Nuevo gobierno, nuevos cambios en la economía: ¿y el mercado inmobiliario?

Por primera vez en 4 años el mercado comienza a acomodarse o promete hacerlo. Veo un sector con muchas expectativas pero con un presente que continúa con trabas. De la incertidumbre pasamos a mucha expectativa y allí estamos…Para comprender un poco más este panorama, me pareció útil compartir las respuestas que brindé a la revista Mercado, en una entrevista realizada para la edición de marzo.

¿Cómo afectó la crisis el negocio?

Principalmente la inflación nos afectó fuerte en el negocio para nuestros clientes. Este dejó de ser atractivo para ellos porque la entrada y salida ya no fue tan fácil. La inflación generó, además, que el poder adquisitivo baje y, como consecuencia, disminuyó la capacidad de ahorro y de inversión en nuestros emprendimientos. Se priorizó el consumo por sobre las necesidades básicas, como las de vivienda.

A esto se agregó que la posibilidad de adquirir una casa para la clase media, que antes lo hacía con nuestro esquema, se aleje cada vez más. Y por eso decidieron volcar al consumo los pequeños ahorros que tienen.

Por otro lado, en nuestro sistema de desarrollo al costo, la inflación también complicó la realización de los proyectos en dos sentidos. Por un lado, nos vimos obligados a ajustar las cuotas en periodos más cortos y, por el otro, los tiempos de desarrollo se alargaron.

¿Cómo actuó Eidico frente a esta situación?

En la unidad de negocio de barrios privados, bajamos el producto en cuanto a superficie, nos volcamos a lotes y unidades más chicas, con cuotas más bajas y accesibles y plazos un poco más extensos. También trabajamos en la ubicación y nos concentramos en zonas a las que le veíamos futuro comercial. Por otro lado, creamos la Unidad Eidico Casas, donde el foco estuvo puesto en el producto final: la casa construida. Lotes de 300 m2 y casas de 80 m2 con posibilidad de ampliación financiados en 120 cuotas mensuales, pensando en volver a acercar la idea de la casa propia a la clase media.

¿Que fue lo que más complicó al sector?

Claramente, como manifesté en la respuesta anterior, la inflación. La obra de infraestructura hace 10 años costaba −en un lote un promedio− 10 dólares por metro cuadrado y hoy está en 22, y obviamente los valores inmobiliarios no duplicaron su valor en dólares.

Como segundo punto, la presión impositiva a los barrios también complicó al sector.

¿Cuáles son las expectativas a futuro?

Creo que 2016 se irá acomodando de manera difícil pero que el proyecto a largo plazo, y la confianza que surge a mediano y largo plazo vuelve a acomodar nuestro esquema de proyectos al costo y en cuotas. En la medida en que la inflación se mantenga alta nos seguirá complicando, pero sí veo un panorama futuro con mayor esperanza y creo que la demora en los ajustes de los valores inmobiliarios que viene ocurriendo hace 4 años también se reactivará cuando esa expectactiva se active. A nivel mundial seguimos estando muy por debajo de los valores comparativos y entonces creo firmemente que el negocio inmobiliario va a repuntar en la medida en que las expectativas y las condiciones se equilibren.  Por otro lado, vemos que en los últimos 4 años se ha “acumulado” una gran  necesidad de vivienda y creemos que ese segmento representa un importante mercado para los próximos años. De esta manera, creo que la clave será trabajar en un producto atractivo, tanto para la clase media como para el segmento más bajo que pueda acercarles el acceso a la vivienda, que tanto se les alejó en estos años. Con ingenio y con el producto adecuado, como Eidico Casas, podremos lograr solucionar el acceso a la vivienda, que es nuestro objetivo y misión como empresa.

Nuestra misión como empresa es acompañar el desarrollo de las familias. Con nuestro sistema cooperativo logramos hacerlo, porque distribuimos el negocio entre todos los participantes. Claramente uno no puede repartir lo que no se genera, y para ello necesitamos que exista desarrollo. Nuestra esperanza con el cambio de Gobierno es que efectivamente las condiciones mejoren para poder sostener el desarrollo en el tiempo.