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admin-los2Las vacaciones pueden costar hasta 60% menos si se eligen las fechas justas para viajar. 

No se trata de ir en época de huracanes a una isla del Caribe, sino de elegir el momento de precios más bajos, para poder bajar el nivel de gasto, permitirnos una salida más extensa haciendo rendir bien el presupuesto y no vaciar la alcancía de ahorros por tomar esas vacaciones tan soñadas.

1) Planificar: en tiempos de inflación, la mejor manera de ahorrar para viajar no es ir guardando los pesos en un chanchito, pero tampoco lo es hacerlo en un plazo fijo en el banco. La palabra es stock. No es difícil: se trata de ir pagando de manera anticipada parte de los servicios que se necesitan contratar. De esa manera, se congela el precio en marzo del hotel que se va a ocupar en diciembre. Y si se paga en cuotas fijas en pesos, mejor aún.

2) Tiempos: en temporada baja, se pueden conseguir precios hasta 60% más bajos en los destinos más codiciados, tanto internos como en el exterior. ¿Lo mejor de todo? Es también el momento en el que se evitan embotellamientos y largas colas para subir a una atracción o sacarse una foto frente a un monumento. 

3) Destinos locales: los paquetes a la codiciada Patagonia (sobre todo a Ushuaia, El Calafate y Bariloche) en mayo y junio -antes de las vacaciones de invierno- ofrecen precios un 40% más baratos que en el pico de demanda. En el Noroeste argentino -especialmente en Salta-, viajar después de Semana Santa y antes de las vacaciones de invierno implica un descuento de hasta un 30% en los precios del alojamiento. Entre agosto y diciembre, la Costa Atlántica ofrece precios hasta un 50% por debajo de los regulares y un clima amigable para descansar y pasear por bosques y playas. El destino con precios más estables y menor nivel de descuento es el de las Cataratas del Iguazú, en Misiones. Desde que ingresó ese destino en la lista de las maravillas del mundo, el flujo de viajeros de todo el mundo es constante a lo largo de todo el año, y el clima permite que se visite tanto en verano como en invierno. Por eso los mayores descuentos que se pueden conseguir en temporada baja son del 25%.

4) Destinos internacionales: aquí hay una variable que juega a favor, que es que la temporada alta de nuestro país es contra cíclica con la del Caribe, Estados Unidos o Europa y por ende, en nuestro momento de vacaciones los precios de alojamiento en esos destinos son los más bajos. El problema es que el aéreo, que se contrata localmente, en ese momento es caro. El momento perfecto, según Christian Chipont, director del sitio www.temporadabaja.com y especialista en el tema, es entre marzo y junio. Los pasajes en la Argentina son económicos en esas fechas, y los alojamientos en el hemisferio norte son baratos porque aún no entraron en tiempo de vacaciones. Se puede ahorrar hasta un 60% en un viaje en estas fechas. 

5) Días: los días de la semana con menos asientos ocupados en los aviones son martes y miércoles, por lo tanto iniciar y regresar de un viaje esos días puede implicar una reducción del costo del vuelo de hasta el 15%. 

6) Escalas: las rutas indirectas (los vuelos con escalas) son la opción más económica. Pero no hay que abusar si no uno no quiere perderse un día en el destino final durmiendo para reponerse de la maratón en los aeropuertos.

Texto: Marcelo Elbaum y Cecilia Boufflet (economistas, autores del blog vil-metal.com.ar)