Texto: Sofía Stavrou

Virginia, o Gigi como la llaman sus amigos, es española y madre de cuatro hijos “25 horas al día, los 7 días de la semana” como dice ella. Hoy viven en Casas de Santa María. 

Antes de instalarse en Argentina, vivió en Madrid, en República Dominicana y en Panamá. En Buenos Aires, terminó de asentar las raíces de su familia y de sus proyectos laborales. Hoy trabaja como organizadora de mudanzas (¡un servicio súper cotizado!) y, además, hace intervenciones de armarios. Arma tutoriales personales y exclusivos según el estilo de cada clienta para encarar los cambios de estación. 

Uno de sus sueños, lo vive cada día y es el de disfrutar conscientemente la infancia de sus hijos. Para eso eligió formar su hogar en Casas de Santa María. Asegura que es lo que todos los padres deberían buscar para sus hijos porque es un lugar alejado de cualquier factor tóxico.  Sin ruidos o contaminación, y sin el vértigo imparable que se vive en la ciudad. Para Gigi, ver crecer a sus hijos sanos y seguros, es el sueño más lindo que puede pedirle a la vida.

Lo que más disfruta de su casa, junto a su familia, son las comodidades de tener un jardín y armar rutinas pacíficas. De contar con una pileta para refrescarse los días de verano, de observar la arquitectura de líneas minimalistas. De los dormitorios espaciosos con ventanas súper amplias y las vistas verdes desde donde viven amaneceres y atardeceres únicos.

La casa de Gigi tiene una luz fantástica. El combo perfecto lo hacen el aire puro y el sonido de los pájaros. Otro de los aspectos que más disfruta es el clima de respeto y concordia entre vecinos, una combinación ideal entre el espacio propio y el compartido.

Bajar un cambio

La elección del nuevo barrio significó un stop en la rutina cómoda y, a la vez, exigente de sus hijos. Los cuatro vienen de colegios británicos, con clases de ajedrez-esgrima-boxeo-rugby-ballet- por la tarde y mil workshops los fines de semana. Su mamá confiesa que terminaban agotados y hasta de mal humor.

Es por eso que se dio cuenta que necesitaban bajar varias revoluciones. En Casas de Santa María lo están logrando, ve a sus hijos felices, tranquilos, corriendo por la calle con sus nuevos amigos del barrio.

Gigi agradece la posibilidad de tener tantos colegios cerca, y accesos cómodos. Esto les permite organizar una buena rutina entre semana. Para su familia, esta nueva mudanza significó un cambio positivo al 100%.