Desde 2018 es posible instalar equipos de energía renovables en hogares, comercios e industrias para el autoconsumo, y vender los excedentes a la red de distribución.

El camino hacia la sustentabilidad comenzó hace al menos 20 años a nivel mundial. Pero recién en los últimos 3 se estableció en la agenda como tema prioritario.

A partir del Acuerdo de París (2015), un tratado internacional para reducir el calentamiento global, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso diecisiete Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS). Entre ellos, el séptimo es “garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos”.

En la Argentina se dieron pasos importantes en relación a la sustentabilidad, sobre todo en las energías renovables. Así es que el Congreso puso como meta en la ley de energías renovables alcanzar un 20% de consumo limpio para 2025.

La energía en el mundo

  • El 13% de la población mundial aún no tiene acceso a servicios modernos de electricidad.
  • 3 mil millones de personas dependen de la madera, el carbón, el carbón vegetal o los desechos de origen animal para cocinar y calentar la comida.
  • La energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático. Representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
  • La contaminación del aire en locales cerrados debido al uso de combustibles para la energía doméstica causó 4,3 millones de muertes en 2012.
  • En 2015, el 17,5% del consumo final de energía fue de energías renovables.

¿Qué es la generación distribuida?

Es la alimentación de la red eléctrica desde diversas fuentes de energía próximas al punto de consumo. Si el usuario produce más energía que la que consume, puede inyectarla en la red a través de medidores bidireccionales y obtener un crédito en la facturación del servicio.

Juan Bosch, presidente de Flex Energía, una empresa que provee soluciones de optimización en el uso de la energía eléctrica a través de la instalación de equipos y monitoreo del consumo industrial, comercial y hogareño nos cuenta lo siguiente. “Se viene una revolución energética en la Argentina. La nueva ley permite a todo consumidor, del tamaño que fuere, transformarse en un prosumidor. Esto equivale a productor y consumidor de electricidad a la vez”.

Aquí nos responde preguntas claves.

¿Qué equipos es posible instalar?

“Si bien se pueden explorar varias alternativas, lo que funciona y está probado son las pequeñas centrales solares. Se componen de paneles solares, estructuras, un inverter (o inversor), cables y conexiones. Es la instalación más simple, competitiva y previsible en sus costos y productividad de energía”.

¿Cuánto puede costar un equipo generador?

“Para un hogar con 5 o 6 personas, se puede instalar una central solar de 5 paneles, con un inverter, sistema de monitoreo y sus conexiones. Debe prestarse atención a la calidad de todos los componentes. Bien diseñada e instalada, la central solar debería tener una vida útil de 20 años. El costo no debería superar los $150.000”.

¿Qué porcentaje del consumo habitual cubre un equipo?

“La central solar podría cubrir entre un 30% y un 50% del consumo de electricidad del cliente si está bien diseñada. Permite un gran ahorro tanto en kWh de la red como en el monto de la factura mensual”.

¿Qué beneficios traería instalar un equipo?

“El primer beneficio es conocer. El sistema de monitoreo (que en muchos casos se instala incluso antes de la Central Solar) permite conocer perfectamente cuánto, en qué horarios y en qué artefactos consumimos energía. Ese conocimiento nos da muchos elementos de juicio, que de otra manera no tenemos. Muchos clientes comienzan por ahí. Quieren bajar el costo eléctrico, pero no logro ver cómo hacerlo”.

“El segundo es elegir. Al conocer con mayor claridad mi consumo eléctrico, y al tenerlo online, me es posible detectar de qué modo ir logrando una mayor eficiencia. Es progresivo y natural. Se da sin esfuerzo. Y dentro de esas decisiones, se incluye la de diseñar la central solar óptima para cada hogar. Se van optimizando consumos para coincidir con horarios solares. Por ejemplo, se ponen timers en artefactos que tal vez estaban consumiendo energía innecesariamente”.

“El tercer beneficio es ahorrar. No sólo baja el costo mensual en forma proporcional, sino más aún. Con menor consumo, se accede a menor categoría tarifaria y a cargos fijos más bajos”.

“En líneas generales, sumarse a la ola de la democratización de la energía es pasar a entender mejor cómo funciona la energía, o cómo funciona uno mismo con respecto a la energía. El cliente es parte activa. Conoce, elige, ahorra, genera energía, autoconsume, y vende excedentes. Todo ello de un modo muy natural y simple, aprovechando la automaticidad y simpleza que permiten los avances tecnológicos”.

 

Fuentes