Acondicionar la propiedad para ponerla en venta genera que se venda más rápido y a mejor precio. Acá, 10 consejos básicos de una práctica nacida en Europa para presentar tu casa de la mejor manera.

Una casa primero entra por los sentidos. Y los sentidos generan emociones. De ellas depende la predisposición del futuro comprador de nuestra casa.

Así lo entendieron en el Reino Unido hacia fines de la década de 1990. Por ese tiempo surgió el programa de TV “House Doctor”. En él, Ann Maurice, diseñadora de interiores, aplicó las técnicas de lo que hoy se conoce como home staging. La serie ayudó a vender casas sobre la base de consejos de estilo y decoración. Fue un éxito de ocho temporadas. Y generó una tendencia mundial.

Casi en paralelo, en Suecia, decoradores y diseñadores comenzaron a probar tácticas de puesta en escena de casas en venta. ¿El resultado? Aquellas propiedades pensadas desde su presentación se vendieron más rápido y a mejores precios.

Esos datos más tarde fueron corroborados por investigaciones de mercado en Estados Unidos. Se probó que el home staging efectivamente servía para vender con más velocidad y a mejor precio.

10 buenas prácticas

Con el home staging se enfatizan las fortalezas del inmueble. Además, se refuerza lo sensitivo y se apela al costado emocional del comprador. A la vez, se neutralizan los puntos negativos de la propiedad.

Existen consensos básicos acerca de buenas prácticas para esta puesta en escena. A continuación, te enumeramos las 10 principales.

  1. Participación activa de la inmobiliaria y el vendedor

Ambas partes deben involucrarse y pensar en cuál es el mejor modo de mostrar la casa. El trabajo debe ser colaborativo. Además, quien reciba a las visitas deberá conocer a la perfección la propiedad. No hay nada que desilusione más a un comprador que un broker que confunda la puerta del baño con la de una habitación. Este conocimiento profundo también implica saber cuáles son los puntos fuertes y débiles de la casa.

  1. Limpieza y orden

Es muy negativo encontrar espacios sin limpieza ni orden. Además de generar una impresión desagradable, ambos ocupan espacio y quitan metros cuadrados. Limpiar y ordenar antes de mostrar la casa es lo primero que se debe hacer.

  1. Amplitud y circulación

Los ambientes sobrecargados de muebles no atraen a los compradores. Tampoco los vacíos. En uno y otro caso los espacios parecen más chicos. Para que ello no suceda es necesario que exista el mobiliario necesario y suficiente. El término medio se alcanza con pocos muebles y bien distribuidos. Así se logra buena circulación en toda la casa, lo que redunda en un mayor rinde del metraje, sin perder calidez.

  1. Como un hotel de categoría

Uno de los objetivos del home staging es que los compradores se sientan tan cómodos y bienvenidos como en una suite de un hotel de categoría. El comprador debe imaginarse viviendo en la propiedad. Esto significa conjugar estilo y despersonalización. Adaptar los espacios a la mayor cantidad de gustos posibles, quitar connotaciones personales y resguardar elementos estéticos dan siempre buenos resultados. Entre los estilos, las líneas clásicas y las minimalistas son las que mejor funcionan.

  1. Cuanta más luz, mejor

Cuando el comprador visite la casa en venta, ésta debe contar buena iluminación natural y artificial. Para eso se requiere despejar ventanas, reemplazar luces dañadas y reubicar lámparas que colaboren con esta prioridad. Un truco también es servirse de espejos de todos los tamaños y formas: estos reflejan las fuentes de luz y dan sensación de amplitud.

  1. Cuidado con el tiempo

Los compradores no quieren entrar en el túnel del tiempo ni en la historia familiar de nadie. Esa sensación, sin embargo, puede darse si el mobiliario remite a décadas pasadas o presenta fotos muy antiguas. Lo mismo sucede si las pastinas de baños y cocina presentan desgaste. Si eso pasa, el interesado podrá pensar, además, que las cañerías o la instalación eléctrica también son añosas. La solución es guardar lo pasado de moda. También es clave aclarar los tonos oscuros en las maderas. Y asimismo limpiar las juntas de azulejos y mosaicos con lavandina o productos especiales.

  1. Paleta de colores

El blanco en paredes y techos refuerza la luminosidad y la amplitud de los ambientes. Tonos neutros como el beige o el gris imprimen calidez y son siempre un buen contraste del blanco. Una paleta de colores sobria no es intrusiva a los ojos y debe priorizarse. Gastar en la pintura de la casa, vista en estos términos, es una inversión.

  1. El olfato

No todo entra por los ojos. El olor de la casa también causa sensación. Los perfumes aportan una importante cuota emocional. Aquellos con aroma a madera y cera brindan calidez. Como también lo pueden hacer un centro floral o una torta recién horneada y que, “casualmente”, está servida en la cocina. Es fundamental pensar en este elemento sensitivo para agradar al futuro comprador.

  1. Espacios abiertos

Es clave que los interesados por la casa en venta tengan libertad acerca de qué hacer con el jardín, las terrazas y los balcones. Otra vez prima la despersonalización, pero sin que ello suponga quitarle vida a estos espacios. Se puede orientar la imaginación de los visitantes sutilmente con una bicicleta apoyada en un árbol o con una mesa con dos sillas en una terraza. Orientar no supone cristalizar un hecho, sino propiciar un marco donde el futuro comprador pueda inspirarse.

  1. Mascotas

Si bien son amadas por los dueños de casa, no necesariamente son siempre del gusto de los posibles compradores. Por precaución y respeto, es mejor que durante la visita las mascotas estén en casa de amigos o de familiares.

 

Sobre la base de estas 10 buenas prácticas se pueden trabajar muchas otras ideas. Lo principal es pensar con calma en la presentación de la casa en venta. El primer contacto entre el futuro comprador y ella suele ser decisivo.