En el escenario inflacionario que vive la Argentina hoy, construir no es la opción más conveniente. Actualmente, la mejor oportunidad es adquirir una propiedad terminada. Seguí leyendo para entender las ventajas, dónde conviene comprar y qué mirarle a una casa construida.
Texto: Carolina Cerimedo
En la situación económica que atraviesa nuestro país hoy, con una inflación mensual elevada y un dólar con tendencia estable en el largo plazo que no experimenta cambios significativos, el negocio inmobiliario más rentable es comprar una casa terminada. En contraposición a lo que históricamente sucedió en la Argentina, donde siempre fue más barato construir tu casa, en el actual mercado de bienes raíces, esta particular combinación de factores hace que la demanda se incline a favor de la compra de propiedades que ya están listas. Construir, en cambio, resulta la opción que más riesgos acarrea, justamente porque día a día aumenta el costo de la obra.
El reciente informe de Zonaprop lo especifica: el incremento del costo de construcción trepó 40,4% en lo que va del año. Reporte Inmobiliario coincide: si bien redujo sensiblemente el ritmo de aumento, los costos de obra se encarecieron también en los últimos meses. Esta alza representa un aumento cercano al 80 % en el último semestre.
Cuando comprar es el negocio
Está claro, en este panorama, que construir una casa hoy sale más caro que hace meses. En la otra vereda, la de la operación inmobiliaria más conveniente, las propiedades terminadas todavía no han trasladado esa alza a sus precios. Algo similar ocurre en la categoría departamentos: quien invirtió en un pozo un par de años atrás puede ver cómo la cuota en pesos, ajustable por CAC (índice que toma el promedio de las variaciones de los costos en la mano de obra y materiales en la construcción) aumentó de manera tal que, al hacer la conversión a dólar, experimentó subas de hasta un 100%.
Entonces, ¿en qué tipo de producto se ven las mayores oportunidades de inversión inmobiliaria del momento? “Por el contexto económico actual, donde el costo de la construcción está alto y el dólar venía planchado pero la inflación en pesos sigue siendo alta, las mayores oportunidades de inversión se ven en las casas ya construidas. Hoy en día, comprar un lote y luego hacerse una casa tiene un costo significativamente más alto que comprar terminado y aprovechar oportunidades de propietarios que quieren vender”, explica Jorge Von Grolman. Para el gerente comercial de Órbita Inmobiliaria, “además, es muy difícil determinar cuál va a ser el costo real de una casa en construcción, ya que hay mucha volatilidad en el costo de los materiales”.
El momento es ahora
De todas formas, cabe aclarar que esta es una visión de la circunstancia actual, que la Argentina nos suele sorprender y este contexto inmobiliario puede virar. Si sumamos que, tal cual informó Zonaprop, en el primer cuatrimestre de 2024 los valores del mercado inmobiliario comenzaron a aumentar progresivamente -luego de que en octubre de 2023 llegaran a un piso histórico-, entendemos que el momento para invertir es ahora.
Una razón más que afirma rotundamente que es un buen tiempo para invertir es la reciente llegada de los créditos inmobiliarios. Por una lado, esta herramienta posibilita la operación a muchos inversores que no cuentan con el capital, con financiamiento y tasas competitivas. Pero atención, no hay que dormirse en los laureles, porque esto mismo puede provocar un boom inmobiliario con su consecuente alza de precios. Así lo intuye Zonaprop, que por la enorme cantidad de consultas que están recibiendo para comprar vislumbran que, si la Argentina tiene un mercado inmobiliario con mucho movimiento sin crédito, si los préstamos llegan a consolidarse y son amigables, se puede generar un movimiento de mucha gente queriendo comprar o invertir. Hoy es el momento de comprar un inmueble, anticipándose.
Los pro de comprar una casa terminada
“La gran ventaja de comprar construido es que sabés cuál es tu costo final. No hay sorpresas de sobrepasarse del presupuesto inicial. Además, podés mudarte inmediatamente sin tener que esperar los largos meses de construcción. Por último, ya sabes cómo son las terminaciones de la casa y no tenés que invertir tiempo en la toma de decisiones sobre el tipo de materiales a utilizar”, enumera Von Grolman. Una casa terminada está disponible para ser disfrutada, la quieras para habitar o para generar una renta y ponerla en alquiler.
Si es en un barrio privado, mejor
Incluso, si la casa se encuentra en un barrio privado que está en una etapa inicial, la oportunidad de capitalizar la inversión es mayor: los valores de los inmuebles aumentarán cuanto más urbanizado esté el desarrollo. Los beneficios de comprar una casa terminada en un barrio privado son muchos y van más allá de los números. Se trata de invertir en un estilo de vida.
“Para empezar, contás con seguridad privada, lo que te da tranquilidad. Tus hijos pueden moverse más libremente dentro de un barrio privado. Naturalmente, esto lleva a que se hagan amigos y uno tiende a sociabilizar más con los vecinos porque hay muchos espacios comunes y oportunidades de generar comunidad. Además, si el barrio tiene amenities, toda la familia puede hacer deportes, jugar al fútbol, al tenis”, sostiene el gerente comercial de Órbita, la inmobiliaria que actualmente tiene casas disponibles en varias urbanizaciones: “Estamos comercializando casas en Villa Nueva, Tigre; San Sebastián, Pilar del Este, Pilar; Canning y Costa Esmeralda. Si bien son proyectos muy diferentes unos de otros, todos fueron creados por Eidico bajo la misma premisa de generar comunidades sostenibles en el tiempo. Estamos recibiendo muchas consultas sobre estas propiedades y hemos tenido varios cierres”.
A la hora de buscar tu barrio privado, hay que tener en cuenta diversas variables antes de definir la compra. “Se valoran la ubicación, sus accesos, cercanía a centros comerciales, de salud y colegio, sus amenities, sector deportivo y la calidad constructiva”, resume Von Grolman.
Casa a estrenar o casa usada
Esta tendencia motiva las consultas por casas terminadas, tanto por propiedades a estrenar, como por propiedades usadas, que pueden resultar aún más convenientes. Siempre está la posibilidad de remodelar la casa, o hacer alguna reforma antes de entrar a vivir. “Lo que a mí me gusta hacer cuando entro a una casa que va a ser un hogar es estar un rato. Hay una vibra que te transmite el espacio, algo sensorial, que tal vez es diferente a lo que te pasó a primera vista o a primera impresión. Esto más allá de las cuestiones básicas por supuesto, porque toda casa que mires para comprar debería contar con buena luz natural, ventilación cruzada, orientación, que siempre tienen que estar garantizadas”, sostiene la arquitecta Carolina Galvagni.
Para la proyectista y directora de obra, si la casa tiene una coherencia, se van sucediendo las funciones, como una biblioteca que se transforma en un espacio de guardado, y logra la limpieza del entorno visual. Algo que para la arquitecta es importante recalcar, al pensar en los metrajes, es si los ambientes están al alcance, porque terminan siendo más provechosos.
Espacios armónicos para vivencias armónicas
“Luego le presto atención a la calidad del espacio. Cómo es la distribución, si es algo fluido. Si es natural o tengo que dar muchas vueltas para entrar o para llegar a la escalera principal. Si la circulación ocurre, no tengo que buscar la puerta o el baño, porque está donde debe estar: intuitivamente podés percibirlo, sin que te lo indiquen. Ése es el aspecto funcional, y también aprecio el sentido estético. Que tenga espacios limpios. Que no tenga muchas columnas, que sea de líneas claras”, describe Galvagni. Y profundiza: “Respecto de la calidad constructiva, es más difícil de percibir si está recién pintada; los vicios no se ven. Incluso en una casa nueva, es indefectible que se termine de acomodar. Como cuando te ponés por primera vez un jean, es lo mismo, pero es una materia más dura así que necesita más tiempo”, cierra Galvagni.