Eidico Casas renovó la frescura, la creatividad y  la emoción a Eidico. Fue la segunda “idea madre” dentro de la empresa, de esas que hacen renacer algo. Nuestro producto original (lotes en barrios privados) ya no alcanzaba para nuestro público, ese al que  supimos darle, en nuestros comienzos, una solución de vivienda. Me refiero a la situación del joven profesional, que empezaba su vida familiar, y que no encontraba en nuestro esquema la solución para el tema más importante de sus próximos años: asegurar la casa donde cimentar su familia.

Más allá de que nuestro negocio marchaba muy bien, el hecho de que nuestros productos no cubrieran las necesidades de este grupo nos daba la sensación de que faltaba llenar algo. Somos una empresa rara, donde lo afectivo juega un papel importante.

Lo más importante es lo que este producto generó internamente. Escuchar en cada encuentro las frases de los propietarios, emocionados, agradecidos, ilusionados con el sistema nos llenó de empuje y ganas de más. Esto, en cualquier empresa no es lo esencial, pero en Eidico es lo que nos colma de pasión por lo que hacemos. Sabemos que no somos perfectos, pero a cada proyecto lo tratamos como propio.

Les aseguro que no hay algo más reconfortante para un trabajador que ver que su actuar cotidiano hace feliz a otros, hace posibles los sueños de otros. Formar parte de eso es lo que en Eidico nos hace sentir orgullosos todos los días: nuestro producto representa el primer hogar de muchas familias.

Mateo Salinas

Gerente General Eidico