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Fuente: Shutterstock
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La educación financiera es un conjunto de conocimientos prácticos que permite a las personas manejar de una mejor manera sus recursos, planear su economía doméstica y utilizar racionalmente los servicios financieros para obtener un mejor nivel de vida. Cuando una persona planifica su economía, ahorra, sabe distinguir los créditos apropiados para sus necesidades, puede aprovechar los servicios financieros en su beneficio y no ser víctima de ellos.

Estamos acostumbrados a creer que las finanzas familiares las definen los padres y los hijos deben atenerse a sus decisiones. Pero no proporcionarle una buena educación financiera a los más chicos, puede afectarle su manejo económico en el futuro.

Hay diferentes formas de incluir a los hijos en la planificación económica de la familia y, la primera, es enseñarles el valor del dinero. En el Plan de Educación Financiera que lanzó el Banco de España con la intención de mejorar la cultura financiera de los ciudadanos se insistía en que la mejor forma es, a través del ejemplo, mostrarles que no hay que comprar de manera compulsiva, sino estableciendo prioridades. De esta manera, se puede incluir a los hijos, especialmente los adolescentes, en la planificación del presupuesto familiar para que puedan entender los objetivos financieros de la familia (pagar colegios, impuestos, gastos de supermercado, vacaciones).

Otro dato importante es poder explicarle a los hijos, especialmente a los más chicos, de dónde proviene el dinero. Muchos creen que tocar unos botones en el cajero automático les dará la cantidad de dinero necesario para comprar lo que quieren y que nunca se acabará. Les podemos explicar que el banco guarda los billetes que ganamos trabajando y que sirve para pagar cosas importantes, que cada vez que sacamos, queda menos en el banco.

Establecer una “semanalidad” o “mensualidad” ayuda a los jóvenes a gestionar bien su dinero y establecer un presupuesto personal. Cuando ellos quieran comprarse algo en especial y tengan que ahorrar para conseguirlo, podemos acompañarlos preparando un cuadro que planifique cuánto cuesta aquello que quieren, cuánto pueden ahorrar por mes, cuánto tiempo les tomará ahorrar y de qué manera pueden conseguir dinero extra, teniendo en cuenta los gastos fijos de cada semana o mes. El objetivo de este pago es enseñarles a ser responsables y administrar bien su dinero.

Hábitat para la Humanidad armó un cuaderno de ejercicios para las familias para que puedan registrar en un cuadro los gastos diarios, la capacidad de ahorro y los objetivos familiares para que toda la familia pueda involucrarse en la planificación. Lo importante es que los hijos puedan entender las decisiones que se toman y ellos empiecen desde chicos a comprender el valor del dinero.

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