Por Mónica Fernandez

Para cada cosa en la vida hay un momento. Tiempos de mayor libertad, permiso para cierto desenfado y pocos compromisos que terminan cuando ponemos un pie en la vida adulta: trabajar, subir la vara de nuestras propias metas, criar a los hijos y velar por la seguridad de la familia.

¿Y qué pasa con las inversiones?. También se rige por un calendario que de algún modo va marcando ciclos. Claramente. Lo primero obviamente es asumirnos como inversores, es decir tener la convicción que hay que separar un puñado, aunque sea mínimo de nuestros ingresos, y ponerlo a “trabajar”, invertirlo. A partir de ahí, ese desenfado que se pueden permitir los de 25/30 dará lugar a jugadas arriesgadas, en las que la ganancia puede ser mucha pero la perdida también. Luego, como la vida misma, las estrategias van siendo más racionales y medidas.

El nivel de riesgo está directamente relacionado con la fase del ciclo de vida, por lo que en las primeras fases –que son descriptas en los libros de finanzas- el inversor podrá asumir más nivel de riesgo, ya que la capacidad de recuperación en caso de pérdidas es mayor que en las dos últimas fases que podemos definir como fase de madurez.

Fase de acumulación (entre los 25 y 35 años)

Durante la fase de acumulación las personas ahorran dinero. En ese momento, como no tienen una necesidad inmediata de capital, pueden elegir opciones que impliquen asumir riesgos y al mismo tiempo brinden mayores beneficios. Pueden arriesgarse en un negocio propio, comprar acciones bursátiles, o entrar en un pool de inversores que apuesten a la revalorización de la tierra, comprando por ejemplo, lotes en emprendimientos en etapa embrionaria para salir ni bien este se consolide, y volver a empezar el circuito. Pueden ser “agresivos” porque ante un traspié en una inversión que no sale como se desea se tienen por delante 30 años para recuperarse.

Fase de la Consolidación (desde los 35/40 hasta la edad de jubilarse)

Coincide con la entrada a los 40, a la etapa de madurez, de mayores responsabilidades familiares y también de consolidación profesional que seguramente acercará mejores ingresos. A partir de este momento se tiende a pensar de manera algo más moderada cuando se trata de invertir y evaluar muy bien los riesgos. En esta etapa hay menos tiempo para recuperarse de posibles pérdidas. Si se piensa en acciones, la idea es elegir compañías líderes, aunque su precio no sea un ganga, los títulos de deuda públicos o privados con buena calificación crediticia y las inversiones en economía real que puedan permitirnos en la próxima Fase obtener una renta. Es momento para invertir en participaciones en hoteles, centros comerciales, complejos de oficinas, condominios, etc, que demoran algunos años hasta que se consolidan y comienzan a dar renta. Mientras tanto el dinero está protegido y se beneficiará de la revalorización del activo.

Fase de Reducción (desde los 65 años en adelante)

Esta fase coincide con el momento (o los años previos) al retiro de la actividad profesional. Si las dos primeras fases se cumplieron, ahora es momento de recoger la siembra. Es una etapa de la vida donde los ingresos disminuyen y es necesario complementarlo con las inversiones que fuimos tejiendo. Es hora de tener un portafolio de inversión que de renta, que sea diversificado, y que no ocasione gastos. Como se explicó en la fase anterior, todo inmueble que se pueda rentar o genere ganancias que se reparten a través de un sistema de pool de inversores es ideal. También títulos de deuda de empresas privadas de primerísima línea que pagan semestral o anualmente una renta sobre el capital invertido.

 

     FFASE DE ACUMULACION  FASE DE CONSOLIDACION  FASE DE CONSOLIDACION  FASE DE REDUCCION
     PRIMEOS AÑOS  AÑOS CENTRALES  ANTES DE LA JUBILACION  AÑOS DE JUBILACION
METAS “Ponerse en marcha”Empezar a invertirCrear un fondo para emergencias

Definir metas financieras a corto

plazo

 

“Acumular e invertir”Aumentar los ahorrosDefinir una estrategia de ahorro

sólida

Atención a las metas financieras a

corto, medio o largo plazo

 

“Preservar para el futuro”Potenciar al máximo la inversiónLas metas suelen adoptar una

perspectiva a medio plazo

“Renta y seguridad”Invertir para generar unarentabilidad suficiente que cubra los

gastos corrientes

Atención al cumplimiento de las

metas a medio plazo

 

OBJETIVOS Desarrollar un plan de ahorroEmpezar a invertir regularmentepara ahorrar pensando en las

necesidades a corto plazo y la

jubilación

 

Diversificar las inversiones Gestionar las inversiones actualespara elevar al máximo lasrentabilidades, pero revisar la

distribución de los activos

 

Contar con una renta suficientepara la jubilaciónConseguir una rentabilidad sobre la inversión suficiente para mantener

el nivel de vida anterior a la jubilación

 

FUENTE: FIDELITY