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Una entrevista con Alberto Andrés Giudici, paisajista de los barrios de Villa Nueva y San Matías, nos introduce en este delicado y apasionado trabajo de convertir explanadas de tierra en obra, en espacios verdes ricos en variedad de especies, árboles y colores.
Alberto Giudici (38) comenzó a trabajar con nosotros en el año 2006, cuando llevó adelante el proyecto de parquización del barrio Santa Teresa. Desde entonces, es responsable de varios de nuestros proyectos a lo largo del país, entre ellos los barrios de Villa Nueva y San Matías. A continuación, un interesante diálogo nos introduce en su labor, y también aporta datos interesantes para tener en cuenta a la hora de imaginar nuestro jardín.
¿Cómo te iniciaste en el paisajismo?
Me inicie en el paisajismo gracias a mi madre, que está en este rubro desde su juventud. Para mí, el contacto con las plantas, la tierra y la naturaleza fue lo más natural desde temprana edad: primero jugando, luego ayudándola y finalmente trabajando. Allí nacieron mis deseos de estudiar paisajismo; primero en el Jardín Botánico de Buenos Aires y luego en la UBA, donde continué mi carrera como docente universitario durante tres años. Actualmente me desempeño como director de proyectos de planificación del paisaje en diversas escalas y proyectos.
¿Cuál es el primer paso a la hora de comenzar el proyecto de parquización de un barrio como los de Eidico? ¿Qué aspectos se tienen en cuenta?
En primera instancia, hay que remarcar algo: cada lugar quiere ser algo que, inicialmente, no se ve. Por eso es importante entrar en contacto con el barrio y con el director del proyecto para poder entender el significado de la urbanización, y poder proyectarlo hacia el futuro a mediano y largo plazo. Es fundamental conocer el tipo de ambiente en el cual se van a desarrollar las plantas (zona fitogeográfica), los suelos, el agua que se utilizará y considerar a las personas que van a vivir en el barrio.
¿Con qué criterios se diseñan los espacios y se eligen las especies?
Para la selección de especies, luego de conocer el tipo de ambiente en donde crecerán, es necesario saber los usos que se darán a los distintos espacios: su escala, la identidad preexistente de la zona, la velocidad en que se transitarán los espacios (tránsito peatonal, calles principales, secundarias), entre otras variables. No es lo mismo pensar un barrio en Benavídez que un hotel en el Sur. Cada lugar propone ideas variadas, y esto es lo interesante: cada proyecto es único.
¿Se tienen en cuenta las especies nativas y preexistentes al barrio?
Sí, siempre las tenemos en cuenta como uno de los valores fundamentales de nuestros proyectos. En el mercado actual no se dispone de mucha oferta de las mismas, pero siempre que hay disponibles las incluimos en nuestros trabajos. Con respecto a los árboles preexistentes, se trata siempre de preservarlos y potenciarlos.
¿Qué se considera a la hora de elegir especies: que brinden color en distintas épocas del año o que tengan una rápida velocidad de crecimiento?
El arbolado del barrio cumple muchas funciones: repara del viento o del sol, alberga fauna, aporta estética… Utilizamos distintas variantes para el arbolado de cada sector del barrio. Las calles, por ejemplo, buscamos identificarlas con distintas especies, combinando el color del follaje, floración y texturas. Con respecto a la velocidad de crecimiento, éste es un factor muy solicitado. Normalmente las especies de crecimiento más rápido carecen de valor ornamental, y las de mediano y lento crecimiento aportan, a mi entender, más atractivo. Los perímetros de un barrio buscamos colonizarlos siempre con especies rápidas; el arbolado de las calles, con especies de mediano crecimiento, y las áreas comunes combinando los tres tipos: lento, mediano y rápido crecimiento.
¿Cuáles son los pasos en el “trabajo de campo” propiamente dicho?
Previo a la recepción de los ejemplares del vivero productor, se realiza un replanteo tanto de veredas como del acceso y áreas comunes. En la etapa de plantación y según los análisis del suelo realizados, se suelen hacer enmiendas orgánicas para favorecer al árbol recientemente implantado, se le coloca el tutor y la protección para hormigas (guardamonte). Finalmente se lo riega con abundante agua. Dependiendo el estadio del árbol y la época del año, en otoño-invierno se realizan podas de limpieza y estructura de las especies arbóreas jóvenes, y en las añejas podas de limpieza principalmente (estas tareas de manejo de los árboles son fundamentales en los primeros tres años de implantados). En primavera-verano el mantenimiento se enfoca en el corte de césped, riego artificial de los ejemplares y sanidad vegetal.
¿Qué incluye la parquización de un barrio como los nuestros?
- Planificar el arbolado de los recorridos en función de los distintos tramos de la circulación principal o secundaria del barrio (calles, bulevares, bicisendas, etc)
- Planificar el arbolado de los sectores de permanencia y acceso/s
- Generar espacios con funcionalidad e identidad, diferenciados a partir de las especies elegidas
- Planificar las visuales principales a fin de potenciar la percepción de los elementos del sitio
- Planificar los bordes o perímetros
¿En cuánto tiempo estimás que un barrio alcanza el diseño que proyectaste?
Normalmente a los tres años se empieza a ver la idea del paisajista. A los diez, todos los árboles poseen ya un buen porte y se entiende claramente la propuesta, de ahí en adelante todo se ve cada vez mejor.
¿Qué especies recomendarías a los propietarios de Villa Nueva y San Matías para sus jardines?
Más que recomendar especies puntuales, prefiero remarcar que cuanto más difiera el ambiente originario de la planta con el del terreno donde se la colocará, más difícil será su crecimiento y mayor su necesidad de mantenimiento.
Las plantas nativas casi no requieren mantenimiento y su velocidad de crecimiento es buena. Desde ya que a todos nos impactan ciertos colores otoñales o flores de especies europeas, asiáticas o norteamericanas. Por eso es importante colonizar el jardín con especies nativas o bien adaptadas y luego tener lugares de alto mantenimiento (reducidos) con esa planta que siempre soñamos para nuestro jardín.
¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Desde ya que este trabajo es para mí una gran pasión, en la que interactúo con la vegetación y las personas. Gracias a mi profesión puedo conocer diferentes geografías, relacionarme con sus habitantes. Me permite estar en contacto a diario con la naturaleza, disfrutar de los diferentes ciclos del año, entender el paso del tiempo y sentir que ayudo al ambiente a diario.
Algunas de las especies nativas utilizadas:
Sauce criollo (Salix humboldtiana)
Curupí (Sapium haematospermum)
Anacahuita (Blepharocalyx salicifolius var. Tweediei)
Laurel criollo (Ocotea acutifolia)
Palo amarillo (Terminalia Australis)
Rosa de río (Hibiscus cisplatinus)
Ceibo (Erythrina crista-galli)
Saeta (Sagittaria montevidensis )
Texto: María Mullen