Una oportunidad para construir o ampliar la vivienda

El costo de construir es menor en dólares. Se trata de una oportunidad para quienes tienen ahorros en esta divisa. El precio del metro cuadrado en dólares bajó de u$s1200 a u$s800.

Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl

La devaluación del peso puede resultar un aliado para quienes estén pensando en construir, refaccionar o ampliar su casa. ¿Por qué? Porque si bien cuando queremos comprar un inmueble, la operación suele pactarse en dólares, cuando vamos a edificar, todo es en pesos. Y como los valores de mano de obra y materiales de construcción, en general, no se actualizan tan rápido como sube la cotización del billete norteamericano, ni tampoco en la misma magnitud, ésta puede ser una oportunidad para aquellos que venían ahorrando en dólares.

Variación

El costo de construir medido en dólares bajó cerca de un 34,21% desde noviembre de 2017 hasta fines de agosto de este año, de acuerdo al relevamiento que mensualmente realiza Reporte Inmobiliario. El dato corresponde a una vivienda tipo country o barrio privado de perímetro libre. El cálculo se realiza en base a una construcción de 315 m² totales (los semicubiertos, tomados al 50%) en dos plantas, realizada bajo el sistema constructivo tradicional, con estructura de hormigón armado y mampostería.

“Los valores en pesos de la construcción aumentaron. Pero en términos de dólares, el aumento no fue en la misma proporción. Así como en el resto de la economía, el aumento del dólar no se traslada directamente a precios”. Así lo explica el Arquitecto Federico García Zúñiga, consultor técnico de la Asociación Nacional de Industrias de Material Aislante.

La suba del dólar impacta mucho en algunos materiales de obra gruesa, que son importados o que se exportan. Y, por lo tanto, correlacionan su precio a la divisa. Tal es el caso del acero, derivados del plástico y aquellos que contienen cobre, como ser cables y grifería.

En cambio hay valores que no acompañan la escalada del dólar. “Por un lado está el costo de la mano de obra, que se rige por las paritarias vigentes que están relacionadas con la inflación y no con el valor del dólar. Por otro lado, no todos los aumentos se pueden trasladar en forma directa a precios. Esto es así porque muchas veces el mercado no convalida dichos aumentos, y los productores deben absorber parte de los costos que se incrementan”, explica Zuñiga.

Hacer rendir el ahorro

El arquitecto consultado por Eidico pone sobre la mesa algunos cálculos para orientar a quienes estén pensando en construir. Los valores pre devaluación se pueden estimar en u$s1.200 y hasta u$s1.400 el m². Y hoy rondarían entre los u$s800 y los u$s1.000 el m². Incluso en algunos casos, se podría bajar a u$s700, dependiendo de la región, la tecnología utilizada y la financiación en el pago de materiales.

El momento es ahora

¿Cuánto tiempo puede durar esta ventana de oportunidad que se abrió? Es difícil predecirlo con exactitud. Dependerá mucho de la evolución de los precios internos, es decir de la inflación. Pero también de la demanda concreta de bienes y servicios.

Según coinciden los especialistas en Real Estate, es altamente probable que estos valores se mantengan varios meses, incluso  bien entrado 2019. O al menos mientras atravesemos la actual recesión.

Tampoco hay que dormirse en los laureles porque ya sabemos que este país es muy volátil y las condiciones pueden cambiar. Concretamente, si el proyecto está en carpeta  hay que tratar de avanzar. Por ejemplo, si hay un terreno que se compró con la idea de mudanza pero después el ahorro no alcazaba para encarar la segunda etapa, ésta puede ser la oportunidad.

También se puede evaluar -con el asesoramiento de un profesional- construir en etapas para no quedarse sin fondos en mitad de la carrera. Es decir, plantear una vivienda pequeña aunque con todas sus funcionalidades, pero dentro de un proyecto preparado para continuarlo más adelante.

Momento para reformar la vivienda

Otro sector que puede sacar ventaja de esta diferencia favorable que da el tipo de cambio es el de las personas que estaban ahorrando para sacar un crédito y mudarse. Si bien en la situación económica actual, pedir un  préstamo para dar el paso a una nueva casa no es muy viable, sí lo es aprovechar los recursos ahorrados para ampliar o reformar la vivienda actual si está sobre terreno propio. El dinero rendirá para mucho más que hace seis meses o un año atrás, especialmente si se buscan y comparan distinta cotizaciones. Y también, si, en la medida que el insumo lo permita, se reemplazan importados por nacionales, como puede ser el caso de revestimientos, electrodomésticos, sistemas de calefacción y refrigeración o griferías, entre otros.