La demanda de alquileres de verano en barrios privados sigue firme. Los precios se pactan en dólares. Las zonas más elegidas: todo el corredor Norte desde San Isidro, hasta Pilar o Escobar, y la Costa Atlántica.
Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl
Se acerca el final del año y el tablero de los alquileres en el Gran Buenos Aires y la Costa Atlántica, empieza a moverse al ritmo del verano. Este año, la incertidumbre económica y el proceso electoral que se alargó hasta el 19 de noviembre se colaron en el camino, dilatando un poco la toma de decisiones en un mercado de rentas temporarias que ya está aceitado y tiene una demanda entre sostenida y creciente.
La demanda sigue fuerte
Así lo entienden los especialistas consultados. “La demanda aumentó. Hay más gente buscando casas para alquilar en temporada. Pero también hay que destacar que los potenciales inquilinos están siendo muy agresivos con su oferta económica para cerrar la operación”, explica de entrada Martín Smith, socio de María de Tigre Inmobiliaria. “La suba del dólar pre electoral y la incertidumbre económica dan pie a estas negociaciones. Aunque por lo que vemos, en general, no prosperan demasiado porque el propietario también tiene su gasto de vacaciones en dólares y no se corre mucho del valor original”.
Gustavo Iglesias, socio de Gabriela Iglesias Propiedades, inmobiliaria con fuerte presencia en la Zona Norte del Gran Buenos Aires, asegura que “la demanda se mantiene y va reubicándose en los niveles previos a la pandemia”. “Desapareció la fiebre -aclara en referencia al boom de demanda de los años en los que el COVID impedía hacer otro tipo de planes-, pero hay un mercado sostenido de alquileres de temporada en barrios privados”.
Javier Igarzabal, director de DIC Propiedades, asegura que “a diferencia de años anteriores, teniendo en cuenta la situación económica actual, los saltos en el valor del dólar y lo que pueden representar para una familia los gastos de las vacaciones en el exterior, el mercado de alquileres de viviendas temporarios se encuentra con muchas solicitudes”.
Dónde
“Los partidos más demandados en nuestras oficinas son Tigre, Pilar, Escobar y también San Isidro, por ser las zonas con más oferta de barrios privados y quintas. Y también por estar, en muchos casos, cerca de las oficinas de los clientes. La mayoría son familias con chicos. Incluso a veces alquilan por períodos de uno a tres meses entre dos familias”, describe Igarzabal.
En el mundo de las casas para pasar el verano, hay opciones para distintos tipos de bolsillos y para diferentes necesidades. Desde las zonas más caras como Nordelta, Santa Bárbara, Laguna del Sol y otros barrios del Corredor Bancalari, pasando por Villa Nueva en un segmento intermedio, y llegando a los barrios privados de Pilar o Escobar con valores más accesibles.
Precios en dólares
Los precios siguen pactándose en dólares pese a la devaluación del peso y en niveles similares a los de la temporada pasada. En Zona Norte, “en el Corredor Bancalari con barrios emblemáticos como Santa Bárbara, Laguna del Sol, Talar del Lago 1 y 2 y ciertos barrios de Nordelta, los valores por mes de una casa con 3 habitaciones rondan entre USD 4.000 y USD 5.000 en lotes internos, y entre USD 7.000 y USD 10.000 cuando dan al agua”, explica Smith. “En Villa Nueva, los valores son de entre USD 3.000 y USD 4.000 en terrenos internos”, agrega.
“Si bien, es muy difícil generalizar y hay diferentes alternativas, una casa de 200/300m2 con pileta se alquila temporalmente por un piso de USD 3.000. Y en el otro extremo de la escala de precios hay opciones desde USD 7.000 hasta USD 12.000, dependiendo de las características del lugar y los servicios como canchas de tenis, golf, polo”, coincide Igarzabal con sus colegas.
Una tipología que está en expansión para lo que es alquiler temporario de verano son los departamentos. “Son muy buscados entre quienes quieren descanso con una estadía similar a la de un hotel y valores más acotados”, apunta Igarzabal. “Un departamento de tres ambientes con amenities se puede alquilar por valores que van desde los USD 900 y hasta USD 2.500 el mes”.
Los alquileres temporarios se pactan en paquetes cerrados. ¿Qué quiere decir esto? Que el precio incluye las expensas, el cable, internet, el mantenimiento del jardín y la pileta. En cambio, los servicios como luz, gas y agua se cobran aparte.
Tocar el mar
Costa Esmeralda es un mercado que se mantiene en auge. Al atractivo de la costa argentina se le suma un barrio privado en fuerte expansión con seguridad y servicios variados para los visitantes.
“La temporada 2024 viene muy movida. Pero la diferencia con años anteriores es que se dilata el cierre de alquileres. Creemos que esto se debe a la incertidumbre electoral. Los precios se mantienen en dólares y esperamos en las próximas semanas ya tener todo alquilado, porque las consultas son muchas”, cuenta Christian Smith, socio y director de María de Tigre, junto a su hermano Martín.
Una tendencia que crece año a año en Costa Esmeralda es la de alquileres compartidos. “Hay muchas consultas de casas para 10 o 12 personas que comparten entre dos familias porque prefieren unificar presupuestos y alquilar una casa más cómoda o con mejores prestaciones”.
Costa Esmeralda, barrio desarrollado por Eidico que en diciembre cumple 19 años y que se encuentra a solo 10 km de Pinamar, tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años y está totalmente consolidado. Al punto que, remarca Smith, “los precios de los terrenos y de las casas no han bajado como si sucedió en otras zonas. Los inmuebles acá defienden muy bien su valor”.
Detalles que suman
¿Qué es lo más buscado y lo más valorado en casas para pasar vacaciones de verano? Gustavo Iglesias, de Gabriela Iglesias Propiedades, destaca que “los inquilinos buscan en primer lugar seguridad, con verde, piscina y parrilla en casas con 3 dormitorios y dependencias para arrancar”. “La diferencia en precio y preferencia la marcan las propiedades que tienen laguna, buen paisaje, excelente estado y buen equipamiento”.
Otro dato que no es menor a la hora de elegir la zona para alquilar una casa en la que se pasará todo o parte del verano es la distancia con CABA y los accesos. Muchas familias se instalan en el Gran Buenos Aires durante uno o dos meses, pero algunos miembros tienen que seguir viajando a la Ciudad por trabajo. Entonces es clave que el barrio cuente con vías de acceso ágiles al centro porteño.
Estar en el detalle es clave. “Los alquileres temporarios requieren de un servicio todo incluido para asegurarle al inquilino un buen descanso”, comenta Igarzabal de DIC. Todo debe estar impecable. No puede haber muebles de jardín rotos, electrodomésticos que no funcionan o pileteros/jardineros incumplidores. El mobiliario y equipamiento tienen que estar a la altura del valor y categoría de la propiedad.
El experto de DIC aconseja a quienes estén buscando casa para el verano “visitar el barrio, la zona, la propiedad antes de tomar la decisión, ya que a veces puede variar la percepción entre las fotos o los videos y la realidad. También, como hay diferentes ubicaciones, es necesario evaluar la cercanía a polos gastronómicos o las actividades que el inquilino piensa realizar durante su descanso”.