Por Mónica Fernández.

Y sí… finalmente llega el día, ese que se repite dos veces al año: el momento de cobrar el medio aguinaldo, el sueldo anual complementario (SAC) que se cobra dividido en junio y diciembre es la mitad del mejor sueldo del semestre. Un premio para los que trabajan en relación de dependencia y una clara desventaja para los trabajadores independientes.

El dinero extra ya hizo “clin” en tu cuenta sueldo –muchos empleados públicos lo cobraron algo adelantado a mediados de junio-, o está por hacerlo (en general se paga con el salario de junio que se cobra los primeros días de julio). ¿Cómo hacerlo rendir al máximo?

Acá algunos tips para aprovechar mejor esos billetes extras:

  • Vacaciones: si estás planeando vacaciones de invierno, ¡adelante! Es pleno disfrute y una recompensa merecida. Ahora sí, tratá de no gastar más (o mucho más) de lo que recibís como SAC porque de otra manera vas a quedar endeudado hasta el próximo aguinaldo… o más. Hay algunos planes de cuotas sin interés vigente, especialmente para pasajes aéreos. Ahí si vale la pena pagar en cuotas.
  • Deudas: si tenés deudas, de tarjeta de crédito, por ejemplo, es el momento para saldarlas. Recordá lo que siempre “machacamos” desde este blog, las tasas de interés son altísimas y además se acumulan mes a mes al capital que debes, de modo que la cuenta se hace cada vez más gorda. Esto es lo que se llama el interés compuesto, que en el caso del ahorro hace “magia” y en el de las deudas “desastres”. Consejo: al menos saldá una parte de la deuda. Quedate con un saldo de aguinaldo en el bolsillo para disfrutarlo merecidamente.
  • Mejoras en la casa: se puede cambiar el plan de viaje de vacaciones, que a como están los precios de los paquetes turísticos por Argentina, seguramente nos dejarán la soga al cuello si ya no somos solos y en el combo vienen incluidos dos o tres peques, que casi pagan como adultos en todos los programas, desde aviones, hasta excursiones o ¡clases de esquí!, y en cambio invertir ese dinero en mejorar algo de la casa. Vas a ver que el resultado se disfruta con creces todo el año. Desde impermeabilizar un techo, hasta pintar (si te animás te podés ahorrar la mano de obra), hasta algún detalle de decoración o terminación que siempre falta. Un sillón nuevo, un mueble que ayude a crear, por ejemplo, una zona de estar o play room. Hacer este tipo de cosas en la casa no es un tema solamente estético o decorativo, el valor del inmueble se conserva y aumenta cuando está bien mantenido.
  • Ahorrar: es seguramente el consejo que puede parecer más antipático, pero da resultado a largo plazo. Si durante el resto de los meses te cuesta, o te es imposible, separar una parte del sueldo para ponerlo en el “chanchito” (la doctrina económica dice que se debería ahorrar al menos el 10% del ingreso) aprovechá el aguinaldo para armarte un fondito de reserva. Como dijimos en el caso de las deudas: aunque no destines todo a este fin al menos comprometete a hacerlo con una porción. Buscá alguna herramienta para ponerla a trabajar y que te rinda interés. Hay opciones desde $1.000. Muchas veces hablamos de inversiones en este blog y seguiremos dando consejos más adelante. Pero lo primero es separar el dinero y saber que “NO SE TOCA”. El resto del aguinaldo disfrutalo.

Finalmente, si sos de los afortunados que cobran doble aguinaldo, es decir que la empresa paga un sueldo entero como SAC, aprovecha para diversificar entre las opciones anteriores, y ponele una ficha extra al ahorro. Un TIP final, si podés y te gusta tener una lectura entre manos, comprate el libro “The Millionaire next door” (El millonario de al lado) de Thomas J. Stanley y William Danko. Está en español y, aunque tiene sus años, es un manual imperdible para los que buscan la clave del éxito financiero. Les dejo la inquietud de buscarlo en las librerías, o en Internet y leerlo. Es sorprendente, pero la receta es más sencilla de lo que uno cree. Para los más “vagos” con la lectura prometo algunos tips del libro para una próxima nota. ¡Si ya lo leíste, contanos qué te pareció!