Eidico cumple 25 años. Entrevistamos a Mateo Salinas, Gerente General, quien comparte su experiencia y aprendizaje.
¿Cómo y en qué contexto país nació Eidico?
Corría el año 1994 y atravesábamos las consecuencias del Efecto Tequila. Todos nos decían que era una locura diseñar un proyecto en plena crisis financiera. En mi opinión, ese origen de nuestra empresa -en un contexto difícil- determinó nuestra cualidad principal: encontrar oportunidades en épocas de crisis.
¿Cuál fue la primera crisis que impactó a Eidico y cómo la sortearon?
Habíamos lanzado dos proyectos exitosos, en 1997 Santa Bárbara y en 1998 Santa Catalina. Entonces llegó la crisis de 2001. La experiencia más notable fue poder continuar con un proyecto que se encontraba en el primer año de financiación. Eso se logró gracias a nuestro sistema de desarrollo al costo. El sistema implica que, antes del comienzo de las obras, el proyecto cuente con el 100% de su financiación y eso nos permitió poder seguir adelante.
Los clientes percibieron esta acción como un signo de confianza y en 2002 lanzamos con éxito un nuevo barrio en Villa Nueva.
¿Qué medidas tomó Eidico con el incremento de la Inflación?
Una de las claves de nuestro negocio era asegurar el valor fijo de cuota. Romper ese paradigma fue difícil.
Comenzamos a ajustar la cuota con el objetivo de mitigar la pérdida de poder adquisitivo de los proyectos. Con el tiempo, el consumidor entendió que al final del cronograma de aportes, el costo en dólares terminaba siendo menor a la inflación.
¿Cómo sortearon las barreras de un país con vaivenes? ¿Qué proyectos surgieron como oportunidad?
La clave para poder sortear las crisis estuvo en respetar las bases de nuestro sistema. Además, mantuvimos la cercanía con el cliente, para interpretar las necesidades del mercado en cada momento del país.
Así surgió Eidico Casas, como respuesta a las familias que, además de adquirir un lote en un barrio, buscaban financiación en la obra de la casa. Hoy son más de 380 casas construidas y entregadas y más 600 en obra.
¿Cuál considerás que fue el mayor logro de estos 25 años? ¿Y el aprendizaje?
Nuestro logro es haber sostenido una empresa en un negocio variable como el inmobiliario. Esto se traduce en los 85 proyectos realizados en estos 25 años.
El aprendizaje fue entender que las necesidades que requiere una empresa cuando nace no son las mismas que cuando se solidifica. Encontrar un equilibrio entre la energía emprendedora y la estabilidad de una empresa que sienta raíces.
¿Cómo impacta el desarrollo inmobiliario en el crecimiento del país?
El desarrollo inmobiliario es una gran fuente de empleo. Para la construcción de un emprendimiento se necesitan más de 100 personas a lo largo de sus 4 años de obra. Luego, sus aportes se potencian con la construcción de casas, con inversiones cercanas a los 36 millones de dólares y la generación de casi 1.200 puestos de trabajo. Estas cifras ilustran el gran aporte que puede hace el sector a la economía. Los desarrolladores podemos ser una contribución al tan esperado crecimiento de nuestro país.
¿Cuál es tu visión a futuro?
El mercado de vivienda necesita una revolución. La clase media tiene una gran necesidad de vivienda insatisfecha y no encuentra la solidez de un sistema para acceder a su hogar. El mercado está esperando esa transformación. Eidico se encuentra en esta evolución también, rediseñando su producto de barrios y loteos a vivienda terminada, aggiornando sus procesos y creando nuevas herramientas tecnológicas.