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Hablar de sustentabilidad ya no es una tendencia, sino una realidad. Y no sólo es algo importante, también es urgente que las empresas reaccionen y accionen. En Eidico empezamos a recorrer este camino hace un tiempo, y la semana pasada participamos de la tercera edición de Sustanaible Brands, la conferencia sobre sustentabilidad y marcas más importante a nivel global, organizada por la agencia Urban Group.
Lo que nos impulsó principalmente a participar fueron las ganas de seguir capacitándonos, y de enterarnos cómo vienen el mercado y el mundo corporativo con respecto a este tema, que está pisando fuerte y que se encuentra lejos de ser una novedad. Las nuevas generaciones traen fuerza en su ADN e ideas innovadoras en lo que a esto respecta. Creo que es importante que quienes estamos al frente de compañías, acompañemos este camino impulsando a los más jóvenes a “activar el propósito” -como nos propuso Gunter Pauli durante su exposición- y a trabajar en pos de un mundo más sustentable.
Pienso que muchas empresas están descubriendo la importancia de definir el sentido de su existencia, aquello que le da valor no sólo a sus clientes, sino también a la sociedad. Y que una vez logrado esto, deben poner manos a la obra, accionando, ya que en definitiva la “marca registrada” de una empresa es que tenga sentido, que trascienda, al igual que la vida de las personas.
Personalmente, estoy convencido de que la felicidad de las personas tiene que ver con el sentido que cada una encuentra en su vida, en su ser. Y de igual modo pasa con las empresas, ya que deben lograr encontrar aquello que de sentido su existencia. Deben preguntarse el porqué y el para qué de su marca, y aportar un valor que las lleve a trascender, cualquiera sea la actividad que realicen. De esta manera, pueden brindar un cambio positivo a la sociedad y dejar una huella en el cliente y en las generaciones futuras.
Durante la exposición, tuve la oportunidad de escuchar la experiencia de Gunter Pauli, creador del modelo “Economía azul”. Nos habló de “cambiar las reglas del juego”, haciendo foco en la transformación y en la innovación, invitándonos a salir de nuestra zona de confort y a modificar la manera de pensar el medioambiente, la agricultura y los residuos. Propuso utilizar los desechos como recursos, imitando la forma de actuar de la naturaleza misma, y a invertir en la economía local de una comunidad para generar beneficios para todos sus habitantes y para la naturaleza.
Por otro lado, Felipe Macía, director de Sostenibilidad en Crepes & Waffles, nos habló desde el corazón y expresó que “hay que vivir el propósito”. “El éxito es el resultado de vivir un propósito, y no sólo de tenerlo”. A través de su experiencia, demostró que se puede emprender un negocio con familia, amigos y personas de una misma comunidad. Y esto me toca personalmente, ya que Eidico es fruto de una red de familiares y amigos, que creció superando el prejuicio de combinar trabajo y familia. Por el contrario, esto siempre fue causa de orgullo y de grandes satisfacciones para nosotros.
En Eidico pensamos que la Responsabilidad Social Empresarial, o sustentabilidad, se tiene que vivir, se tiene que respirar. Que no debe ser tarea de un único sector de la empresa, sino más bien un compromiso y misión de cada una de las personas que la conforman. Sólo teniendo una visión más humana y altruista alcanzaremos el objetivo de ser líderes en nuestro negocio, procurando obrar de una manera que nos lleve a trascender nuestro trabajo de cada día. Así seremos capaces de contagiar la convicción de que es posible hacerle frente a los desafíos globales que se nos presentan.
Por último, admiro la fuerza que existe en algunos jóvenes dentro Eidico, que ya se sienten parte y dueños de este nuevo desafío. Que ya encontraron un sentido y accionaron su propósito, aquel que los lleva a resignificar el valor de su vida, como personas, como trabajadores y como actores de nuestra sociedad.
Texto: Diego Lanusse
Twitter: @dlanusse