Texto: Lucila Jordán
Hoy, 21 de septiembre, se celebra en la Argentina el Día del Estudiante, el mismo día que llegaban a Buenos Aires los restos de Domingo Faustino Sarmiento en 1888. Nuestro prócer se destacó por su incansable lucha por la educación pública. Además, contribuyó al progreso científico y cultural de nuestra Nación y fue responsable de la construcción de más de ochocientas escuelas durante su mandato como presidente.
Esta fecha es una buena oportunidad para acercarnos a aquellos niños y jóvenes que están atravesando su período de aprendizaje en la escuela o en la universidad, y recordarles la importancia de adquirir conocimientos, de esforzarse, no tanto para conseguir buenas calificaciones en los exámenes, sino para ganar herramientas para la vida y para el empleo futuro. Es importante transmitirles que el camino que están recorriendo hoy es esencial para el día de mañana, y que la educación es primordial para saber defenderse en la vida. Debemos ayudarlos, también, a considerar el estudio no como una obligación, sino más bien como una oportunidad de crecimiento, como una apuesta al futuro no sólo a nivel individual, puesto que el trabajo en el que se desempeñe cada uno el día de mañana será también su aporte a la sociedad.
Que nuestros niños y jóvenes sean alentados por los adultos a soñar con un futuro de grandes posibilidades y a trabajar por él. Y que en esta etapa de vital importancia, los adultos seamos guía fundamental y les demos un mensaje que los anime a crecer y a superarse con esfuerzo, constancia y empeño.
“La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, Nelson Mandela.