La familia Girón Mazzoni se mudó hace pocos meses a Nuestra Señora de la Carrodilla. Pero hoy, este joven matrimonio y sus dos hijas, sienten que el reciente cambio de dirección les transformó su vida.
Juan Manuel Girón Mazzoni vivió en Mendoza toda su vida, amante de los días cálidos y las noches frescas, de sus montañas y sus ríos. Cuando formó su familia junto a Laura entendió la necesidad de un entorno amplio, rodeado de naturaleza, que además fuera seguro. Así fue como decidió mudarse a Nuestra Señora de la Carrodilla, uno de nuestros barrios en Mendoza. Hoy sus hijas juegan en la calle, al igual que lo hizo él en la provincia que lo vio crecer. Visitamos su casa, conocimos a su familia, y esto es un poco de lo que nos contó Juan Manuel con su amable tonada mendocina:
¿Por qué eligieron este barrio?
Teníamos muchas ganas de cambiar de entorno, a un ambiente amplio, con buen jardín, un espacio para compartir con los niños. Por un lado estábamos buscando un espacio más seguro, y este barrio estaba creciendo, tenía buen potencial; y por otro, porque tenemos dos niñas pequeñas y queríamos que crecieran en un ambiente libre. Vivíamos en la ciudad, en un departamento, y no era lo mismo.
¿Cómo se vive un día en este barrio?
Es un barrio muy tranquilo. Lo que más disfrutamos son los fines de semana porque se vive una paz hermosa.
¿Cómo te imaginás el barrio dentro de diez años?
Dentro de diez años espero que esté todo construido, todo verde, los espacios comunes prolijos, me imagino un lindo arbolado, y bien desarrollado el barrio en general.
¿Cómo se refleja en tu familia este cambio de vida?
Lo veo en mi hija de siete años. Llega del colegio, toma la media tarde, agarra la bicicleta y se va a andar por el barrio, a jugar con sus amigas en la calle. Los fines de semana siempre invita amigas, juegan en el jardín, al aire libre… Actividades que antes no podía hacer porque vivíamos en un departamento. Todos nos sentimos más libres. No tenemos la necesidad de salir a lugares públicos a pasear porque estamos cómodos en casa. Comemos un asado, disfrutamos del jardín y del barrio. Además, nuestra casa se va convirtiendo en el centro de reunión con nuestros amigos y familiares, comemos asado y la pasamos muy bien.