Empieza el nuevo año y llega el momento de plantear nuevos objetivos. Te compartimos tips y estrategias financieras para que en 2023 sea posible conseguirlos.
Texto: Mónica Fernández – IG: @tudineroxl
Un nuevo año es una hoja en blanco sobre la cual tenemos la posibilidad de dibujar y proyectar múltiples objetivos y metas. Para muchas de ellas, seguramente, el factor económico es determinante. Y, en ese punto, una correcta planificación puede cambiar totalmente el resultado.
Lo primero es entender que nuestras emociones juegan en este partido. Tenemos que hacer que se muevan a nuestro favor y no en contra de nuestros objetivos. Esto es lo que se conoce en Economía con el término en ingles Behavioral Finances (finanzas conductuales).
“Las finanzas conductuales analizan los efectos de la Psicología y los sesgos cognitivos en el ámbito financiero. Y pueden ser muy útiles para optimizar la gestión del ahorro y las inversiones”. Así lo explica el BBVA en un trabajo de investigación sobre “Cómo usar las finanzas conductuales para invertir mejor”.
Acciones para planificar nuestros objetivos 2023
Para ponernos a trabajar por los objetivos 2023, algunas acciones básicas van a ayudarnos a comenzar con el pie derecho y llegar a alcanzar cada meta, deseo y sueño.
- Anotar en papel los objetivos: está probado que el hecho de escribir nos ayuda a comprometernos. Describir ese objetivo y por qué es importante para nosotros.
- Hacer un presupuesto: investigar y sacar cuentas. ¿Cuánto dinero necesitaríamos hoy para concretarlo? No dejar ningún ítem librado al azar. Si es un viaje, por ejemplo, incluir precios de los pasajes; del alojamiento; estimar con cuánto deberíamos contar para comidas, excursiones, traslados, buscando datos del lugar. ¡La tecnología es hoy una gran aliada para este proceso que -un dato no menor- se debe disfrutar! Una vez que tenemos el número, se recomienda pasarlo a dólares para poder tener una base más estable de cálculo.
- Establecer una temporalidad: ¿cuándo queremos cumplir con el o los objetivos? ¿Cuáles son de corto plazo (dentro del año/ año y medio), y cuáles de mediano o largo plazo?
- Armar una estrategia de ahorro: ¿cuánto puedo ahorrar por mes? Evaluar cuánto destinaría a cada uno de los objetivos según distintos criterios: el que esté más próximo, el que sea más importante para mí, etc.
- Aprender a invertir para que ese dinero ahorrado pueda crecer por efecto del interés y, además, no perder valor frente a la inflación y/o devaluación.
Este proceso previo nos pone en sintonía con Objetivos SMART (por su sigla en inglés): specific (especificos), measurable (medibles), achievable (alcanzables), realistic (realistas… ¡no divaguemos!), y time (temporalidad, es decir, cuándo quiero lograrlo).
La importancia de planificar
Gabriel Chaufan, director de la Licenciatura en Administración y profesor de Finanzas de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral, es muy claro al hablar sobre cómo tener éxito en los objetivos y planes que tengamos en mente. “El primer paso es la planificación, el presupuesto. Esto es fundamental para tener las finanzas personales ordenadas, pero sobre todo, para gastar el dinero en lo que realmente nos da satisfacción”.
Psicología y economía
¿En qué nos pueden ayudar -o, por el contrario, desviar- la Psicología y las emociones respecto de nuestros objetivos? ¡En mucho! Son claves en la forma en que cada uno de nosotros se relaciona con el dinero, con el modo de gastarlo, con el hábito o no de ahorrar y planificar.
Un sesgo que suele desviarnos de la meta, por ejemplo, es “el sesgo del presente”. Nuestro cerebro tiende a optar siempre por la satisfacción y la concreción inmediata. Consumir hoy, disfrutar hoy, en vez de tener un plan a futuro.
“Dejar librado a los impulsos del momento el destino de nuestro dinero a veces funciona, pero, generalmente, nos arrepentimos, porque el dinero es muy acotado, y si no lo destinamos a lo que realmente nos interesa, nos frustramos”, subraya Chaufan al hablar sobre el peso de las decisiones emocionales en nuestra economía.
“Perder la disciplina y tomar decisiones llevadas por nuestras emociones, mirando casi siempre con el retrovisor en vez de con la cabeza firme y la mirada en la meta a futuro, es el principal factor de fracaso cuando una persona se inicia en la inversión y la persecución de metas”. Así lo explica Silvia San Bruno, especialista de Producto de BBVA Asset Management.
Plataformas de inversión
En la Argentina hay varias plataformas de inversión en activos del Mercado de Capitales (como bonos, acciones, Fondos Comunes de Inversión, entre otras herramientas), que hacen foco en los objetivos y en las finanzas conductuales, un termino que acuñó el Premio Nóbel de Economía, Ricahrd Thaler.
“En Front, aplicamos el método de objetivos que viene de la economía conductual para ayudar a nuestros usuarios a generar un hábito de ahorro e inversión adecuado”. Así lo explica Alan Mac Carthy, CEO de la plataforma que fundó junto a un amigo para acercar el hábito del ahorro y la inversión a un público que no estaba familiarizado con estas alternativas.
La estrategia de tener los objetivos bien definidos y no ahorrar sin saber el para qué o el para cuándo tiene varias ventajas desde el punto de vista conductual y emocional. “Por un lado, generaran lo que en Psicología se llama ‘afecto’, que es unir el dinero con algo tangible. Esto hace que ahorrar sea más simple”, explica Mac Carthy. “Por el otro, tener un objetivo claro permite tener un horizonte de inversión también claro. Esto es clave al invertir, ya que va a determinar el riesgo y el plazo de inversión que puedo asumir para cada objetivo”, completa el fundador de Front.
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