Por Mónica Fernández

Después de 14 años, la Argentina está a punto de formalizar su salida del default. El arreglo que estaría a pasos de cerrase en Nueva York con los holdouts pone fin a una etapa y abre las puertas a nuevos desafíos. Todas las miradas y los deseos están puestos en lograr atraer inversión extranjera que dinamice la economía y genere más fuentes de trabajo.

Argentina tiene que revertir una situación que la mantiene en clara desventaja respecto del resto de Latinoamérica: el país recibe sólo u$s 1 de cada u$s 10 de inversión extranjera que llegan a Sudamérica, de acuerdo a los datos de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe)  relevados en 2015.

La expectativa del presidente Mauricio Macri, que dejó entrever en enero durante su paso por el Foro Económico Mundial de Davos, es atraer capitales por u$s 20.000 millones durante 2016. Las condiciones empiezan lentamente a hacerse más propicias y, en ese sentido, la visita por estos días del  jefe de Estado francés, François Hollande y la llegada del presidente de los Estados Unidos Barack Obama en marzo, refuerzan los vínculos internacionales.

“Mirando al mediano plazo,  Davos fue muy bueno como símbolo de acercamiento al mundo, tratando de incentivar la alicaída inversión extranjera directa. La inversión, como dice Mario Blejer, es la llave del crecimiento”, analizan en el Informe Económico Mensual de la Escuela de Negocios del IAE. “Para el sector privado comienza una época para invertir en serio y para apoyar al gobierno corrigiendo sus falencias”, argumentan.

“La generación de empleos productivos depende del crecimiento económico y el crecimiento de la inversión. Por eso, los incentivos para la inversión, tanto de los ahorros internos como de los que pueden provenir del exterior, son claves para cualquier estrategia que apunte a dinamizar la producción y mejorar la situación social, sostienen desde IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino). “Particularmente importante es la inversión extranjera directa –avanza el informe- ya que al tratarse, en general, de empresas de competitividad internacional son proyectos que pueden contribuir a la incorporación de tecnología, formación de recursos humanos y mejores prácticas de gestión”

El sector agropecuario y la minería serían dos blancos más interesantes para la inversión, ya que la eliminación  y/o baja de retenciones hace más atractiva la producción. En minería, concretamente, se estima que hay proyectos que ya aprobaron su factibilidad que podrían involucrar desembolsos por unos u$s 15.000 millones en el mediano plazo, según dijo el secretario de Minería, Daniel Meilán. Esto incluso en un contexto de precios internacionales en baja para estos commodities.

El sector petrolero también se espera sea un blanco atractivo. Especialmente por las oportunidades que ofrece  el yacimiento de Vaca Muerta a quienes estén dispuestos a apostar en el desarrollo del gas. Ya se anunció una inversión de u$s 500 millones por parte de Dow Argentina en diciembre.

Para el amplio abanico que encierra “consumo masivo” también se esperan novedades. Ya sea de empresas internacionales que ya están instaladas en la Argentina y reforzarían su inversión –como el caso de Coca Cola que anunció inversión por u$s 1000 millones y de Nissan (Renault) que confirmó u$s 600 millones que irán a su planta en Córdoba- como de cadenas o compañías que pondrían un pie por primera vez. Es el caso de las tiendas de ropa H&M, Forever21 (que abriría en Alto Plaermo), Gap y Zara Home. Todas tiendas que tienen presencia y mucho público en países vecinos como Chile, por ejemplo, y que sin duda representan nueva demanda de mano de obra. El punto será, como en todo, lograr el equilibrio y que lo importado no le quite espacio a la producción nacional.

Así el escenario para los próximo meses: atraer a grandes holdings o cadenas minoristas. Para todos ellos,  hay que crear las condiciones apropiadas. Por ahora la liberación del tipo de cambio, la eliminación de subsidios y el acuerdo con los fondos buitres son una buena noticia para los que piensan en invertir. Sin embargo la alta inflación y el elevado déficit fiscal son temas que están remarcados en rojo en la agenda de cualquier empresario. El tiempo dirá…