Son oriundos de Rosario y hoy habitantes de Palos Verdes, el barrio que se construyó en el club del mismo nombre y que vino a traer aires nuevos a la ciudad.

Leonardo Carroli y Valeria Tradotti nacieron y se criaron en Rosario. Socios del Club Palos Verdes, aprovecharon el lanzamiento de los 70 lotes adicionales que se sumaron en 2008 al barrio originalmente lanzado en 2006, y hoy son orgullosos habitantes del emprendimiento. Son padres de Renata, de tres años, y de Sara, de seis meses, que nació cuando la familia ya vivía en Palos Verdes.

Leonardo recuerda que cuando suscribió el lote, “era todo campo, estaba todo por hacerse… era todo a futuro, un sueño que por suerte se hizo realidad”. Lo que más les atraía de la propuesta era el tema de la seguridad: “Por mi trabajo yo viajo mucho -nos cuenta Leonardo- “y saber que mi familia estaría dentro de un lugar con seguridad me daba más tranquilidad.

Además, mi esposa y yo nos criamos en barrios donde andar en bicicleta, jugar en la vereda y compartir con vecinos era cosa frecuente y hoy eso sería casi imposible para nuestros hijos fuera de un barrio como Palos Verdes”.

Y el sueño que veían lejano se materializó en la casa que construyeron y hoy es su hogar. “Si bien la idea original era edificar, la decisión de construir y mudarnos se debio a cómo había quedado el barrio. Estamos muy conformes con la infraestructura, desde el inicio contamos con todos los servicios y eso a la hora de definir fue fundamental”.

Y el trabajo en conjunto se hace visible cuando los destinatarios ven los resultados y pueden aprovecharlos. Valeria se hace eco de esto y destaca: “Yo quiero aprovechar para resaltar lo importante del esfuerzo diario del grupo de trabajo del barrio para hacer cumplir las normas de convivencia, especialmente lo relativo a obras en marcha. Nos tocó convivir con una obra lindera y con las consideraciones que exige el barrio, no fue para nada problemática”.

Llegar para quedarse

Los Carroli destacan la virtud de la ubicación de Palos Verdes: el acceso al centro es rápido y fluido por estar a metros de la Av. Jorge Newbery, una arteria principal de acceso pavimentada y bien iluminada. La zona ha crecido mucho estos últimos años: se han sumado shoppings y locales comerciales en el aeropuerto. También un pequeño centro comercial sobre la Av. Newbery, y está muy cerca de supermercados, cines y colegios. Valeria resalta esto y agrega: “En la zona prácticamente tenés de todo. Lo que yo veo como una necesidad pendiente es la llegada del transporte público, pero no tengo dudas de que la zona va a seguir creciendo. Residencialmente Rosario crece hacia acá, así que más tarde o más temprano también llegará, ¡apostamos por ello!”.

“Encontramos lo que habíamos venido a buscar; nos cierra por todos lados, estamos muy felices aquí”. Leonardo se entusiasma cuando le preguntamos si está contento viviendo en Palos Verdes, que cuenta con 260 amplios lotes. “¿Cómo disfrutamos del barrio? –continúa Valeria- de muchas maneras: disfrutamos la casa, el jardín, el caminar por el barrio con mis hijas, ir a la plaza de juegos, ver a Renata relacionándose con otros niños en un marco dónde todos compartimos los mismos valores. Es importante también estar a un paso del Club, no tener que ir en auto. Leonardo juega al tenis y va caminando. Disfrutamos cosas sencillas como éstas pero que nos dan paz en nuestros momentos de ocio y recreación. Te lo resumo así…prefiero quedarme siempre acá divirtiéndome con mis hijas y mi familia antes que otros programas o salidas”.