Desde hace casi 18 años que nos dedicamos a la creación y al desarrollo de proyectos inmobiliarios, bajo un modelo de trabajo basado en una serie de valores clave. Entre ellos, ocupan un lugar primordial el respeto y el cuidado del medio ambiente, en un esfuerzo permanente para lograr que nuestros desarrollos no tengan impactos ambientales negativos.

Desde el nacimiento de cada proyecto: en el momento en que se concibe, estudia y desarrolla un emprendimiento, los responsables de la elaboración del proyecto trabajan bajo el criterio de resguardar y proteger el medio ambiente, para contribuir a una mejor calidad de vida. De esta manera, una amplia variedad de temas, como la densidad poblacional, los espacios verdes, el cuidado del agua, entre otros, son cuidadosamente planificados y ensamblados en un proyecto integral, con el objetivo de que el producto se inserte armoniosamente en el ámbito elegido sin consecuencias dañosas para el mismo y aún, si fuera posible, que contribuya a mejorarlo.

El estudio de impacto ambiental: para cumplir con este objetivo, uno de los primeros pasos es la elaboración de un estudio de impacto ambiental, en el que se analiza con detalle la implantación del proyecto y su adecuación al medio natural, a fin de definir una correcta gestión que permita potenciar los impactos positivos del emprendimiento y evitar o amortiguar los negativos, mediante medidas preventivas y correctoras. Un estudio de impacto ambiental contiene, entre muchas otras, consideraciones sobre:

• Número de parcelas previstas y viviendas.
• Densidad bruta y densidad neta residencial.
• Evacuación de aguas pluviales y líquidos cloacales, y su tratamiento.
• Forestación.
• Sistema de recolección de residuos.
• Determinación del área operativa y del área de influencia del proyecto.
• Componentes ambientales: físicos, naturales y antrópicos.
• Identificación de impactos ambientales.
• Medidas de mitigación y plan de gestión ambiental.

En algunos casos, como en Paseo del Fuego, en Ushuaia, el análisis de impacto ambiental deriva en estudios más profundos. En el sitio en el cual se emplazará el Paseo de Compras se realizó, además del estudio de impacto ambiental, un estudio de impacto arqueológico y, como consecuencia del mismo, una excavación de rescate cuya intención fue contribuir a la preservación de objetos que pueden dar cuenta del pasado. Como resultado de dicha excavación, solventada por Eidico, se recuperaron elementos que se estiman producidos dentro de los últimos 2000 años, y que pueden aportar valiosa información etnohistórica.

Densidad poblacional: los emprendimientos de Eidico se caracterizan por una generosa cantidad de espacios comunes y, al mismo, tiempo buscan resguardar una adecuada relación entre la superficie construible y la superficie total de cada lote particular, a fin de evitar el aglutinamiento poblacional, garantizar la presencia de numerosos espacios verdes, proteger vistas y aislar los ruidos.

Por el cuidado del agua: reconocemos el valor del agua como recurso limitado, fundamental para la subsistencia y el desarrollo de la vida. Por ello la ejecución de plantas potabilizadoras, redes cloacales y sus respectivas plantas de tratamientos, son inversiones clave para resguardar la calidad del agua y del medio ambiente. Por otro lado, en muchos barrios se ha desarrollado una red de riego que utiliza el agua de las lagunas, evitando usar la de la red.

Espacios verdes: el diseño y la ejecución de espacios verdes comunes es uno de los aspectos más relacionados con el cuidado del medio ambiente. La idea de restauración implica recuperar y mantener —al menos en parte— la biodiversidad y las funciones de ecosistemas, para lograr sistemas semejantes a su estado originario.

De esta manera, se aplican criterios de restauración del paisaje en aquellas zonas donde es posible. Además del interés estético de los proyectos paisajísticos, los mismos buscan cumplir con valiosos aportes para el medio ambiente.