Parece que nuevos y mejores vientos vienen para el Real Estate. La ley de blanqueo es una herramienta que se busca impulsar desde el gobierno para lograr atraer inversiones a la Argentina y regularizar un pasado desprolijo.

No es una tendencia sólo de la Argentina, sino que es una decisión que ya vienen tomando en varios países, con el objetivo de ordenar la economía informal. Hay una fuerte cruzada a nivel mundial en este sentido. Algunos hasta se animan a decir que en un tiempo no muy lejano va a desaparecer totalmente la economía informal. En este sentido y ante los altos costos que debería soportar cualquier inversor en esta situación, el blanqueo actual aparece para algunos especialistas como una oportunidad única, que la gente no puede desaprovechar. Un punto que dejo para el análisis de especialistas en el tema, que no lo somos.

Las cifras que se conocen hoy son sólo conjeturas e ilusiones. Algunos estiman un capital potencial de blanqueo de 50.000 millones de dólares, de los cuales aproximadamente un 10% podría ir a los fondos. Éstos, no necesariamente inmobiliarios, porque también los habrá de energía y otros rubros.

De todas maneras, los montos por ahora son sólo suposiciones. Lo que sí está claro es que al sector se le presenta una excelente oportunidad por varios motivos.

  • Después de tres años de batalla, nos permitirá desoxidarnos y nos dará un gran envión a todos.
  • Es una ley pensada para desarrolladores, ya que no da tiempo para que alguien fuera del mercado pueda armar algo de cero.
  • Se trata de una ley que busca impulsar proyectos a largo plazo, pensando en los cinco años de retorno del capital. Con esto, claramente salva el efecto actual momentáneo de costos en dólares altos y precios bajos.
  • Busca la reactivación del sector, sumar mano de obra y tener proyectos listos para que cuando mejore un poco la economía, de la mano del crédito, se vuelva a generar la oportunidad para cubrir un poco el déficit habitacional.

Para nosotros también es una muy buena oportunidad. Nos ayudan nuestra trayectoria -setenta y dos proyectos desarrollados y más de veinte años en la actividad- y nuestro modelo de negocios -pensado desde el origen como administrador de fondos de terceros-.

En este sentido, nos preparamos y trabajamos para no dejar pasar la oportunidad. Estamos terminando de definir los detalles y las magnitudes del proyecto, y en los próximos treinta días prevemos presentar un fondo nuestro. Sobre todo, vemos una gran oportunidad para nuestro proyecto de casa más lote, Eidico Casas, ya que detectamos que el mercado más insatisfecho hoy en la Argentina es el de la clase media profesional y trabajadora. Para ellos diseñamos un producto que venimos implementando en el pasado con un sistema financiero propio, no por gusto sino por necesidad. Creemos que la ley de blanqueo nos va a permitir mejorar las condiciones y poder ofrecer las casas en menor tiempo.

Para la gente que está dudando en blanquear, las incógnitas son pocas. Hacerlo sin un proyecto inmobiliario le cuesta el 10%. Si decide invertirlo en un proyecto inmobiliario, ahorra de movida porque el costo para fondos inmobiliarios es 0%. Y si sabe elegir en proyectos rentables, con el tiempo puede ser positivo. No hay dudas de que el negocio inmobiliario a largo plazo siempre fue lo mejor para que uno defienda su patrimonio. Y nosotros no tenemos dudas de que va a seguir siéndolo.

La incertidumbre se acaba en los próximos noventa días. La gente debe definirse antes de fin de año. Los proyectos tienen que estar aprobados y debidamente reglamentados por la CNV (Comisión Nacional de Valores). Este es un trámite que debe hacerlo una firma que ya tenga la matricula para hacerlo. Por otro lado, hay que presentar los proyectos, explicarlos, circularlos entre el mercado potencial y que por último decidan por elegir uno de los nuestros.

El trabajo que viene después para algunos puede ser nuevo, para nosotros no. Es lo mismo que venimos haciendo desde nuestro origen.